CASO PALAU

El hotel del Palau envenena la política municipal

INÉS BAUCELLS

À. GUBERN

En el Ayuntamiento de Barcelona tienen el convencimiento de asistir a una injusticia histórica. Mientras que el escándalo por la financiación irregular de CDC ha quedado enterrado, sigue vivo y coleando el caso del hotel del Palau, en el que tres altos cargos municipales, incluido ... el tiniente de alcalde García Bragado, están imputados judicialmente. El resultado de la auditoría sobre la tramitación del hotel, donde se considera que la titularidad era irrelevante a efectos de la tramitación urbanística, llevó ayer al alcalde Jordi Hereu a insistir en que «aquí las cosas se han hecho de manera correcta».

Por contra, y tomando también la auditoría como argumento, los partidos de la oposición, en concreto CiU y PP, volvieron a cargar contra el hasta ahora responsable de Urbanismo García-Bragado, de quien los populares, por boca de su portavoz, Àngels Esteller, pidieron el cese; los convergentes esperarán a que se explique en la comisión de investigación. Para ambos partidos, y en una lectura inversa a la del gobierno, el informe de los auditores confirma sus tesis.

Como informó ayer este diario, la auditoría señala que, aunque la utilidad pública del proyecto no estaba suficientemente justificada en la memoria, la tramitación urbanística fue correcta. Pese a ello, la oposición sigue considerando que el fondo de la cuestión sigue sin aclararse: es decir, porqué el Ayuntamiento no informó de que la titularidad había cambiado a favor de Olivia Hoteles cuando hay indicios de que sí existía conocimiento de ello.

El director jurídico del área de Urbanismo, Enric Lambies, declaró el miércoles ante la juez que sí sabía de dicho cambio, pero que no transmitió esa información a sus superiores. Para CiU y PP, y como apunta también la auditoría, todo estaba predeterminado, concretamente a través de una «hoja de ruta» que acordaron García-Bragado —detrás de todo el proceso ya desde hace una década— y el arquitecto Carlos Díaz, tal y como denunció el concejal de CiU Joan Puigdollers. Tanto para CiU como para el PP, la ocultación de la nueva propiedad fue «intencionada».

Todos dijeron que sí

En respuesta a estas acusaciones, desde el gobierno municipal se recordó que la aprobación del hotel del Palau contó con el sí de todos los grupos a excepción de ERC, y que en todo caso la responsabilidad es compartida. Convergentes y populares denuncia que votaron engañados, al desconocer que se había dado un cambio de titularidad, si bien reconocieron que, como todo el mundo en ese momento, dieron un voto de confianza a la iniciativa del Palau con demasiada ligereza. «No lo niego», reconoció Puigdollers. Quien más eufórico estaba tras conocerse el resultado de la auditoría era Jordi Portabella (ERC), cargando contra el resto de formaciones que sí apoyaron el hotel promovido por Fèlix Millet.

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