Los hoteles de Barcelona alertan de una situación «dramática» tras un verano con un 10% de ocupación

Los locales de hecho, han tenido mayoritariamente la persiana bajada y algunos incluso han tapiado preventivamente con placas metálicas las puertas para evitar robos o okupaciones: Jordi Mestre, presidente del Gremio, ha estimado durante el balance del verano por parte del sector que el 75% de los hoteles han estado cerrados , porque el descenso de visitantes ha sido "muy significativo".

Así, según datos del Gremio, en agosto se han hospedado 3.200 turistas frente a los 58.000 del año anterior, lo que ha comportado plantillas de 3.500 empleados frente a los 30.000 de otras épocas. De hecho, Mestre ha asegurado que la situación derivada de la pandemia del Covid no se vivía "desde la Guerra Civil".

Por todo ello, los hoteleres apuntan que la facturación del sector ha caído aproximadamente en unos 850 millones de euros en los últimos seis meses y que la situación ha afectado a unos 30.000 empleados, que están sin trabajo. Por si esto fuera poco, las previsiones para los próximos meses, en los que básicamente se confiaba en ferias y salones congresuales, son « nefastas. Y no pretendo ser pesimista, solo soy realista » , ha asegurado Mestre.

Durante su comparecencia, los responsables del Gremio han avisado además del riesgo que corren algunos hoteles, que ante la falta de ingresos pueden verse abocados a finales de trimestre a concursos de acreedores o compras por parte de fondos «buitre». Como ejemplo, Mestre ha asegurado que desde que empezó la pandemia ha ido recibiendo una o dos ofertas semanales de fondos "buitre" y ha insistido en que "el sector está a las últimas".

Por todo ello, los hoteleros han reclamado, como ya llevan meses haciendo, un plan de rescate a fondo perdido de como mínimo 450 o 500 millones de euros para compensar las pérdidas por el coronavirus y evitar así que muchos cierren definitivamente. Además, han vuelto a exigir que los expeidentes de regulación temporal de empleo puedan prolongarse, como mínimo hasta Semana Santa, además de dotarlos de flexibilidad, permitiendo sacar a trabajadores cuando se produzcan eventos en la ciudad y volver a incluirlos cuando acaben.

El Gremio también apuesta por una moratoria en el pago del alquiler para los hoteles, un año de carencia para devolver las ayudas que han recibido, y rebajar el importe de algunos impuestos, como el IVA y el IBI, y diferir en seis meses más el pago de la tasa turística.