Hazte premium Hazte premium

El comercio de Gracia sigue convaleciente

El rebrote del conflicto en el Banco Expropiado el pasado sábado volvió a afectar al tejido comercial

Un grupo de Mossos a las puertas de Banco Expropiado INÉS BAUCELLS

MIGUEL RUÍZ DE ARCAUTE

Dos semanas después del estallido del conflicto okupa de Gracia, la actividad comercial parece volver poco a poco a la calma, aunque por momentos. Los comerciantes de la plaza de la Revolució, centro neurálgico de los actos a favor de la reokupación del llamado Banco Expropiado, todavía se ven obligados a acortar sus horarios. Es el caso del restaurante Pepa Tomate, en plena plaza, que tuvo que cerrar el local las cinco primeras noches tras ser advertido por los Mossos d’Esquadra.

El pasado sábado sábado, con la reokupación fugaz del banco, que acabó con la detención de cinco personas, la operación se repitió . «Estos días hemos tenido que quitar las terrazas, lo que nos resta un total de 30 comensales», explica Manel Marqués, uno de los socios del local. Sumando todas las noches que ha tenido que cerrar, Marqués calcula que las pérdidas han llegado a los 14.000 euros frente a una semana normal.

Los primeros cuatro días de protestas en Gracia afectaron de desigual manera a los establecimientos cercanos al foco de disturbios. Allí, los establecimientos preguntados por ABC ansiaban entonces volver a la normalidad cuanto antes. «La caída de ventas se está notando mucho estos días. Los hoteles aconsejan a los turistas no acercarse a la zona.

El lunes [día del desalojo] no pudimos abrir y el resto de días estamos cerrando una hora antes de la habitual», aseguró Ingrid Bolívar, propietaria de una pequeña tienda de ropa. El mismo ritual siguieron otros comercios colindantes, que matizaron que las dos primeras fueron las jornadas más duras y que, como es lógico, vieron menguar sus ingresos.

La incertidumbre ante cómo podían encontrarse el negocio cada día también les asolaba. Aunque todo apunta a que los arrebatos violentos que estos días se enseñaron con vehículos, contenedores y escaparates provienen de radicales ajenos al barrio, el recelo y la sospecha se ha propagado. «Antes lo del Banco no me molestaba, pero después de lo que ha pasado quiero que se vayan», explicaba entonces la propietaria de una perfumería que tuvo que hacer frente a un pago de 426 euros después de que el segundo día se encontrara con un escaparate hecho añicos.

Otra afectada, dueña de una bombonería, contó que esperaría a que todo regresara definitivamente a la calma para borrar las manchas de pintura que desde el primer día de disturbios cubren el exterior de su tienda, a pocos metros de dos sucursales bancarias y un quiosco que sufrieron importantes desperfectos.

El fondo de dinamización y apoyo al comercio anunciado la pasada semana por el Ayuntamiento espera paliar los desperfectos y las pérdidas. La inyección inicial asciende a 25.000 euros y será ampliable con iniciativas ligadas a la promoción de los pequeños negocios que estos días perdieron afluencia. A pesar de que se trata de un balón de oxígeno, la cantidad parece de momento insuficiente para paliar las pérdidas. En Pepa Tomate, por ejemplo, ya sufrieron pérdidas por valor de más de la mitad de las ayudas previstas.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación