Tres nuevas denuncias por errores médicos atribuidas a los recortes
Las familias de las víctimas vinculan la mala praxis a la «falta de recursos en el sistema»
Tres nuevas denuncias por errores médicos atribuidas a los recortes
Mientras en el Parlament se encendía el debate político por la última propuesta del consejero de Salud de imponer una póliza obligatoria a las rentas más altas —el presidente Artur Mas le desautorizó sobre la misma ante la Cámara—; a pie de calle, ayer se ... conocían los rostros de otras supuestas víctimas del «tijeretazo» sanitario. Tres historias con final trágico de las que sus protagonistas, que ya han emprendido acciones legales, culpan a los ajustes presupuestarios, y a las que ayer se puso rostro, nombre y apellido.
La primera es la de María del Carmen M., que el 30 de octubre perdió a su marido, Ginés M. A. por una hemorragia cerebral, que atribuye «a la excesiva espera para una prueba que le negaron por los recortes». El caso, que ha sido denunciado ante los juzgados de Instrucción de Barcelona, se remonta al pasado 24 de octubre, cuando el paciente ingresó en las urgencias del hospital Valle de Hebron de Barcelona con «síntomas de agitación». Allí le realizaron un TAC craneal del que concluyeron dos posibles lesiones cerebrales. A falta de más indicios, le indicaron la necesidad de una resonancia, prueba que tardaron seis días en realizarle, falleciendo al cabo de este tiempo por una hemorragia cerebral, según relataron ayer su hija y esposa. «Nos dijeron que esta prueba con los recortes ya no se hacía en urgencias» , denunció Carmen. Su muerte se produjo horas antes del segundo día de cierre programado del hospital (el 31 de octubre). El centro declinó ayer comentar el caso, si bien recordó que «dispone de los recursos necesarios para garantizar la asistencia a la población de referencia» y que atiende a todas las personas «según su patología y gravedad». El final fue también trágico para María Dolores V. C. Confundieron su cáncer de colon con hemorroides y cuando finalmente dieron con el diagnóstico, pese a ser «una operación de urgencia», tardó casi dos meses en entrar en quirófano. Cuando fue intervenida, el cáncer llevaba seis meses de evolución y la paciente sufre lesiones irreversibles. Ha denunciado ante la Fiscalía.
El tercer rostro de la denuncia es el de Andrés P. Su mujer, Cristina R., embarazada de ocho meses, ingresó el 1 de julio en las urgencias del hospital de Sant Pau con fuertes dolores abdominales. Pese a tener un cuadro grave, de posible peritonitis, no se la operó, según reconoce el hospital, por falta de suministro eléctrico. Tras 30 horas de espera se la intervino, aunque perdió el feto. En breve, interpondrá denuncia penal. La consejería de Salud lamentó ayer la «inducción a la celebración de juicios públicos» y admitió que de forma puntual hay disfunciones en el sistema, pero no atribuibles a la falta de recursos.
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