Los Whatsapps incriminatorios mantienen a la manada de Castelldefels en prisión provisional: «La hemos reventado»
El tribunal descarta el argumento de las relaciones consentidas porque los cinco acusados reconocen los hechos en su chat K-Team
Cinco amigos de Castelldefels, acusados de violar en grupo: «¿Desde cuándo una tía es solo para uno?»
Barcelona
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Iniciar sesiónIntentaron eliminar «el máximo de archivos de sus teléfonos», pero engañar a la Policía no es tan fácil. Cuatro de los cinco acusados de violar en grupo, al menos, a tres víctimas, seguirán en prisión provisional porque ellos mismos «ratifican», «con tono jocoso», las ... agresiones sexuales en su chat de Whatsapp, bautizado como K-Team. A una de ellas tuvieron que recogerla del suelo entre varios, por su estado de embriaguez. Tras ello la llevaron a una habitación del piso donde se encontraban y la violaron.
«La hemos reventado», presumieron en el chat grupal. Luego, ante el juez, trataron de justificar que las relaciones fueron consentidas, pero el titular del Juzgado de Instrucción 5 de Gavà, y ahora la Audiencia de Barcelona, lo rechazan -«dada la grave situación en la que se encontraban por la ingesta de alcohol»- y por eso los magistrados de la Sección Sexta han denegado su petición de excarcelación.
Entre otros motivos, además del riesgo de fuga o de destrucción de pruebas, el tribunal señala que personas del entorno de los investigados, entre otros, el hermano de uno de ellos, ha contactado con varios testigos -exintegrantes del grupo K-Team, que facilitaron el contenido del mismo a los Mossos d'Esquadra- para «condicionar lo que iban a declarar en sede policial».
En sus conversaciones y audios, los cinco individuos corroboran como se «turnaban» para violar a las víctimas y como «tanteaban» a otras jóvenes para llevarlas al domicilio de Castelldefels (Barcelona), bajo el pretexto de unirse a una fiesta -en la época en la que sucedieron los hechos, las discotecas aún estaban cerradas por la pandemia-.
Luego «alardeaban de sus hazañas con menosprecio y cosificación de las mujeres». Así, pese a su arraigo en el territorio, para evitar la reiteración delictiva, seguirán entre rejas mientras prosigue la instrucción. Del contenido de las conversaciones se desprende que, además de las tres denunciantes, podría haber más víctimas.
A una de ellas se refieren como deficiente, discapacitada viciosa y pato. Es la chica que no se sostenía en pie tras la ingesta de alcohol y a la que reconocen haber «reventado». No solo el contenido de los chats corrobora las agresiones. Además de fotografiar a las víctimas, en la vivienda contaban con «un circuito cerrado de cámaras con el que se grabarían los encuentros sexuales», apunta el auto de la Audiencia.
Ante estos indicios, José M., Robert P., David A. y Orlando M. seguirán en prisión provisional. La Audiencia aún debe resolver el recurso de Alejandro P., aunque todo apunta a que se pronunciará en el mismo sentido que con los otros cuatro acusados. Por cada uno de los delitos de agresión sexual se enfrentan a penas de hasta 15 años de cárcel.
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