En la misiva, consultada por Ep, Trapero indica que el dispositivo policial respondía a la necesidad de garantizar la seguridad ciudadana y el orden público, con el objetivo de que el debate de investidura del presidente Salvador Illa en la Cámara catalana sucediera con «total normalidad». Ese día había previstas varias manifestaciones «pacíficas», pero finalmente se produjeron episodios de riesgo, por lo que se desarrollaron varias acciones como cerrar el parque, o establecer un perímetro de seguridad en su interior.
Sobre el uso de gas pimienta, Trapero ha justificado su uso porque la línea policial, formada por agentes de orden público, «recibió múltiples empujones con la finalidad de romperla, por parte de personas que querían acceder masivamente al interior del parque». «Según los mandos policiales, esta acción se fue repitiendo y se fue agravando con acciones violentas por parte de algunas personas, hasta el punto de que la función de contención de la línea policial quedó comprometida, y con el fin de impedir este acceso descontrolado de los manifestantes en el interior del parque, se decidió que el medio de contención menos lesivo e indicado para evitarlo era el uso del gas», ha indicado.
Este método tiene el objetivo de controlar las masas y «reducir la capacidad de reacción efectiva de las personas sin producir efectos lesivos», y ha asegurado que una unidad de Emergencias que atendió a las personas que lo solicitaron dentro del parque.
Además, ha sostenido que había efectivos de la división de mediación que, durante el 8 de agosto y días antes, realizaron gestiones con todas las entidades para «garantizar que el derecho de reunión se ejerciera con las máximas garantías de seguridad».
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