Nuevo choque entre los comunes y el PSC, ahora por el plan de usos del Eixample
Los socialistas se desmarcan de sus socios de gobierno y votan junto con la oposición en contra del plan de usos del distrito
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el primer teniente de alcalde socialista, Jaume Collboni
Enésima discusión abierta entre los socios de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. Escasos días después de que PSC y BComú presentaran conjuntamente el plan de usos del distrito del Eixample, los socialistas dieron ayer carpetazo al proyecto por discrepancias que tienen que ver ... las zonas en las que se debe aplicar dicho plan.
En la aprobación inicial de la propuesta, que fue en marzo de 2022, los socialistas votaron en contra porque no estaban de acuerdo con que se aplicara de manera homogénea en todo el distrito, y tras el periodo de alegaciones los dos socios de Gobierno acordaron un nuevo plan más flexible y adaptado a cada calle.
En declaraciones a los periodistas antes de empezar la Comisión de Urbanismo, la teniente de alcalde, Laia Bonet (PSC), explicó que su grupo municipal votaría en contra porque aseguró que los comunes no habían respetado el acuerdo. Según Bonet, la regulación más estricta tenía que afectar a 11 calles del Eixample, pero el documento presentado en la Comisión amplía a 40 las calles afectadas porque incluye el ámbito de Sant Antoni y la calle Girona, que ya tienen un plan de usos.
BComú, voto en solitario en la comisión
Por eso, en la votación en la Comisión de Urbanismo el PSC votó en contra, junto con Junts, Cs, PP, Valents y la concejal no adscrita Marilén Barceló; ERC hicieron reserva de voto, y BComú fue la única formación que votó a favor, quedando inútil su postura para que prosperara la medida.
Por su parte, y también en declaraciones a los periodistas previas a la comisión, la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz (BComú), acusó al PSC de «hacer de forma improvisada un giro repentino«, que atribuyó a la cercanía a las elecciones municipales, y considera que ha habido presiones de lobbies comerciales.
«A cinco meses de las elecciones, hay llamadas de última hora que hacen que grupos políticos vayan cambiando de posición«, afirmó Sanz, que defendió la necesidad de un plan de usos como el que presentan.
La oposición también se pronuncia
La concejal de ERC Eva Baró consideró necesario un plan de usos en el Eixample y ve positiva la flexibilización del plan, aunque pidió saber cómo se concreta y qué impacto real tiene, y el concejal de Junts Jordi Martí criticó el «espectáculo» de los socios del gobierno municipal por su desacuerdo.
«Han convertido el Eixample en un sindiós», lamentó el líder de Cs en el consistorio, Paco Sierra, mientras que Oscar Ramírez (PP) consideró el plan «muy restrictivo», y Óscar Ramírez (Valents) y Barceló advirtió de que el plan genera «incertidumbre».
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