tribuna abierta

2023, ¿el año que marcará el despegue del coche eléctrico en España?

El precio de los modelos que generan el volúmen principal de ventas en España es muy inferior a de sus homólogos eléctricos, haciendo que optar por un eléctrico no esté al alcance de todos

Interior de un Tesla Modelo 3 inés Baucells

Eduardo Clavijo

Barcelona

El inicio del año ha venido acompañado de la entrada en vigor del decreto que obliga el establecimiento de ZBE (Zonas de Bajas emisiones) en los municipios de más de 50.000 habitantes. Una obligación que forma parte de un conjunto de leyes que, ... sobre el papel, tendrían que favorecer la compra de vehículos menos contaminantes como los eléctricos.

Una medida, la de las ZBE, que se une a otras como la subida del impuesto de matriculación a los vehículos diésel o gasolina aplicada ya hace 2 años (con algún aplazamiento de por medio) o como la obligatoriedad de instalar puntos de recarga en edificios no residenciales privados (oficinas, fábricas, supermercados, centros comerciales, hoteles, etc.) de acceso público antes del 1 de enero de 2023. Un conglomerado de mandatos que penalizan el uso de los coches más contaminantes e intentan minimizar los obstáculos que tiene la opción eléctrica actualmente.

Sin embargo, no atacan el principal escollo que tiene el vehículo eléctrico y por ello, el año 2023 no será el año de despegue definitivo del coche eléctrico. Y ese escollo no es otro que el precio de estos vehículos. ¿De qué manera se podría convertir el coche eléctrico en un producto mayoritario si gran parte de la sociedad no puede permitírselo?

El precio de los modelos que generan el volúmen principal de ventas en España es muy inferior a de sus homólogos eléctricos, haciendo que optar por un eléctrico no esté al alcance de todos.

El tan nombrado «Plan Moves» pierde su efecto si los compradores tienen que esperar años para recibir la ayuda, pues el desembolso inicial, que es la gran barrera del vehículo, se tiene que asumir con tal incertidumbre.

Por tanto, limitar y penalizar el uso de los vehículos de combustión interna sin que haya una alternativa al alcance de todos los bolsillos puede generar una desigualdad social palpable. En la que se impide el acceso al centro de las ciudades a muchos ciudadanos que no por su voluntad, sino por su capacidad económica, no pueden optar por un vehículo que les permita hacerlo.

Esta distancia entre las posibilidades económicas de muchos compradores y el coste de los eléctricos es más acuciante si analizamos las cifras de intención de compra de los conductores. Cerca de 20% de los consumidores desearían tener un «eléctrico«, pero finalmente la cuota de mercado de este tipo de coches ronda el 8%. Lo que crea una brecha entre lo que quieren los conductores y lo que se pueden permitir. Análisis que se agrava si se tiene en cuenta que gran parte de la cuota de mercado de los eléctricos se compone de compras de flotas realizadas por empresas. En otras palabras: la relevancia de los eléctricos entre los conductores particulares es aún menor que la cifra genérica.

Todos abogamos por un entorno más saludable donde las emisiones perjudiciales no tengan cabida, pero en la situación actual lo que se está consiguiendo es que las familias que, haciendo gran un esfuerzo económico, alcanzaban a comprarse un coche diésel o gasolina ahora ya no tengan opción de tener un coche nuevo en propiedad. En muchos casos, a los consumidores sólo les queda optar por un vehículo de segunda mano en un contexto de precios altos que, en muchas ocasiones, tendrán limitado su uso y que la velocidad de devaluación irá en aumento a medida que las prohibiciones de uso en las ZBE sean mayores.

Y lo peor de todo es que la apuesta por el vehículo eléctrico debe ser clara, pues sus beneficios son indiscutibles y supone un avance en nuestra movilidad. Sin embargo, la manera en la se está apostando no es la más adecuada. Incentivar el vehículo eléctrico debería ser el objetivo y no tanto la penalización de otras tecnologías. Propuestas como la bajada o eliminación temporal del IVA de este tipo de automóviles ayudarían a salvar la brecha existente entre la intención de compra y el precio.

Mientras tanto, este año 2023 veremos cómo los híbridos seguirán ganando cuota de mercado a pasos agigantados. Por el momento, aún están bien considerados por las administraciones gozando de una etiquetado ambiental ECO que les permite a día de hoy moverse libremente por las ciudades.

Otro de los motivos del esperado éxito de los híbridos este año y el que considero como principal, será que supone un paso intermedio en cuanto a precio. Los híbridos están a medio camino entre los puros gasolina/diésel (etiqueta medioambiental C) y los eléctricos (híbridos enchufables, puros eléctricos, etc - Etiqueta Cero). Lo que hace evidente que aquellos que puedan apostarán por este tipo de vehículos.

Como consumidores, solo nos queda apostar por estas tecnologías más verdes usando las herramientas que el mercado nos ofrece. La modalidad de renting está siendo el refugio de quienes apuestan por los eléctricos al ser una forma de tener coche sin hacer grandes desembolsos. 1 de cada 3 coches eléctricos vendidos hoy en España son de renting, lo que la sitúa como una de las modalidades favoritas por los conductores para introducirse en el mundo del coche eléctrico.

Eduardo Clavijo es CEO y cofundador de Idoneo.com

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