El Ayuntamiento de Barcelona quiere eliminar todo rastro de una línea de bus: este es el motivo

Los vecinos de La Salut llevan meses quejándose por los problemas con su línea de barrio

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Un bus de barrio, en una imagen de archivo ABC

Anna Cabeza

Barcelona

El turismo es una de las principales fuentes de ingresos de nuestro país pero en los últimos tiempos ha generado cada vez más molestias entre algunos vecinos y, de hecho, todo ello provocó que hace unos años naciera el fenómeno de la turismofobia ... de actos contra el sector en señal de protesta. Barcelona, una de las ciudades españolas con más visitantes, fue testigo de los episodios más sonados.

Aunque ahora las aguas parecen más calmadas, la difícil convivencia entre autóctonos y foráneos sigue presente en los puntos más turísticos de la capital catalana. Ya es sabido de la presión turística en el centro de la ciudad pero las molestias se notan especialmente en las zonas próximas a la Sagrada Familia o el Park Güell, dos de los atractivos más admirados.

Para tratar de apaciguarlos el Ayuntamiento de Barcelona lleva años fomentando iniciativas al respecto, algunas de las cuales (como las impulsadas por Ada Colau contra la apertura de nuevos hoteles) fueron bastante sonadas. En general, se está trabajando por descentralizar el turismo y ahora se acaba de conocer una nueva propuesta que, como mínimo, resulta chocante.

Línea 116

Y es que el gobierno, liderado ahora por el socialista Jaume Collboni, está estudiando cómo hacer invisible una línea de bus, la 116, que estaba pensada inicialmente para atender unas necesidades específicas y que los turistas han hecho suya como una vía al Park Güell. La 116 funciona con un microbús (con 35 plazas) y nació para dar servicio al barrio de La Salut, que está plagado de costas.

A la práctica, sin embargo, su trayecto pasa por uno de los accesos del parque de Antonio Gaudí y como tanto las guías como Internet lo anuncian, muchos visitantes apuestan por esta ruta para adentrarse en la zona. Todo ello llevó a que, hace unos meses, los vecinos afectados empezaran a quejarse de ello: su bus se había convertido en un bus turístico para ir o volver de parque y a menudo no podían ni acceder porque iba lleno.

Tras meses con la cuestión sobre la mesa, el concejal de Seguridad, Albert Batlle, explicó esta misma semana, durante la comisión municipal de Urbanismo, que se está estudiando cómo sacar el 116 de todas las herramientas que los turistas usan. Así, se quiere borrar todo tipo de referencias en Internet y que, por ejemplo, Google Maps no dé esta opción para ir al parque. «Se tiene que intentar», aseguró el concejal.

Paralelamente, el consistorio está trabajando en nuevos recorridos de bus para conectar mejor el Park, que en unos años también contará con la Línea 9, ahora con su tramo central en obras, como aliada para los turistas. Sin embargo, los vecinos no parecen convencidos con este plan del Ayuntamiento de borrar las referencias del 116 como solución e insisten en que hacen falta más frecuencias.

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