Aragonès, firme en seguir, pese a que Junts mantiene el pulso

De esta manera, el presidente autonómico ha respondido a Junts, que ayer volvió a lanzarle un órdago para que en 72 horas dé respuesta positiva a las tres exigencias planteadas por este partido en clave independentista: coordinación de ERC y Junts en Madrid, reestructuración de la mesa de diálogo y creación de una estrategia conjunta del movimiento secesionista. Además, las bases de Junts votarán si fuerzan la ruptura del Govern el jueves y el viernes de la semana que viene.

Este viernes, Aragonès ha reiterado que no piensa presentar una cuestión de confianza, petición de Junts y la CUP si no da respuesta positiva a las exigencias mencionadas: «No la creo adecuada». Y ha enviado un mensaje en clave de estabilidad: «Necesitamos instituciones que estén al cien por cien para la ciudadanía. Hay dudas y ruidos que no lo permiten. Pero seguiré ejerciendo mis funciones como presidente de la Generalitat, centrado cien por cien en dar respuesta a los problemas urgentes y los estructurales».

En esta línea, el presidente de la Generalitat ha indicado que «hay decisiones» que no dependen de él, como lo que hagan Junts y sus bases, aunque no los ha citado directamente. Por eso, ha insistido, su propósito es mantener la composición y la coalición de gobierno. «El Govern actual puede continuar, esta es mi prioridad, pero sobre todo mi prioridad es que el gobierno dé respuestas a la ciudadanía», ha añadido.

Las palabras de Aragonès no han cambiado la posición de Junts, cuyo presidente en el Parlamento catalán, Albert Batet, ha reiterado lo que anoche aprobó la dirección de su grupo y ha recordado que hoy mismo le llegará «una propuesta con concreciones, garantías y plazos» para avanzar hacia la independencia, a través de las tres exigencias mencionadas. «Ante problemas, soluciones. Seamos fieles a la esperanza de tanta y tanta gente que lo ha dado todo. (...) El camino es el 1 de octubre», ha añadido, poco después de recordar el trabajo de Puigneró en el gobierno.

El resto de los grupos parlamentarios han puesto el acento en la crisis de gobierno. Para Salvador Illa (PSC), el Govern está «en tiempo de descuento» y es, en su opinión, «una losa para Cataluña». En este sentido, el líder de los socialistas ha recordado las palabras de Josep Tarradellas (ERC) cuando defendió que «en política se puede hacer todo menos el ridículo». Jéssica Albiach (comunes) ha anunciado que su grupo «congela» las negociaciones para la aprobación de las cuentas de 2023, iniciadas hace unas semanas con Jaume Giró (Junts), consejero de Economía.

Por su parte, Ignacio Garriga (Vox) ha augurado una legislatura corta. «Le queda muy poco tiempo de presidente», ha señalado. Alejandro Fernández (PP), que ha lamentado la poca fuerza de oposición que, desde su punto de vista, está llevando a cabo el PSC, ha preguntado a la bancada independentista si «no les da vergüenza» el espectáculo que están dando. Carlos Carrizosa (Cs) y Laia Estrada (CUP) también han lamentado y criticado la crisis política del Govern.

La militancia de Junts decidirá en una consulta interna los días 6 y 7 de octubre la continuidad del partido en el gobierno de coalición con ERC. Tras una maratoniana reunión que se prolongó durante más de nueve horas, este jueves, la ejecutiva de la formación daba así respuesta a la crisis desatada en el seno del Govern, dejando en manos de la militancia la ruptura, o no, del pacto de coalición.