Junts agoniza en su folklore

2. Aragonès ha aprovechado esta crisis para reivindicarse mirando al futuro con realismo. Junts se folkloriza todavía más, aferrándose al pasado con fanatismo.

3. La noche del miércoles, Aragonès no se cargó al vicepresidente Puigneró sino al «mártir» Puigdemont, que es quien dio la orden de plantear la cuestión de confianza. Puigneró era la conexión que Puigdemont tenía en el Govern. No fue un cese. Fue una enmienda a la totalidad.

4. Junqueras no manda en ERC, Puigdemont pierde a su hombre en la Generalitat. En el quinto aniversario del 1 de octubre, los golpistas se desvanecen en la realidad de la política catalana.

5. El cese de Puigneró/Puigdemont ha sido la primera noticia de que el liderazgo político de Aragonès puede ir más allá de la parodia del contable.

6. Lo que Junts ha convertido en bronca y agonía tendría que haber sido reconocimiento y gratitud porque Aragonès le ha hecho el trabajo sucio quitándole la sábana al fantasma, tirando la ouija a la basura e invitando a los convergentes realistas al mundo de los vivos.

7. Junts llegó dividido a esta crisis y alarga su agonía aún más dividido. ERC empezó con dudas y ha salido fortalecida, especialmente la figura del «president».

8. De todos modos, sin euforias, porque es poco probable que en estas condiciones Aragonès pueda agotar la legislatura.

9. Es la primera vez que ERC le gana la mano a Junts con una lección de calma y madurez. Con el cese por sorpresa, Aragonès invirtió la carga de la prueba, y ha dejado en evidencia a Junts, que una vez más no ha querido pagar el precio de sus supuestos desafíos.

10. Es cierto que la ruptura perjudica a los dos partidos, que no tienen alternativa mejor que entenderse. Pero hace tiempo que ni la lógica ni la inteligencia razonadora determinan las decisiones en la política catalana, especialmente en Junts; y el odio fratricida y el hacer ver que sigue siendo posible lo que todos y cada uno de los políticos involucrados en esta crisis saben que es imposible, serán los factores determinantes para decantar la suerte del Govern.

11. En esta línea de resentimiento y deliro, por reprocharle a ERC y a Pere Aragonès que no den vistosos pasos hacia una independència que no existe, Junts está favoreciendo el crecimiento electoral del PSC de Salvador Illa, que nadie duda que si se celebraran hoy, ganaría las las elecciones y podría ser presidente, muy probablemente con el apoyo de Junts, como ya sucedido en la Diputación de Barcelona.