LOS MARTES, TOROS
Voces que no callan
Que la defensa de los toros vuelva a resonar entre las paredes de consistorio más importante de Cataluña no es una cuestión menor
Los silencios de la Monumental (21-III-2023)
Los laureles de Serafín Marín (14-III-2023)
Manifestación a favor de los toros en Cataluña en 2020
Los concejales de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona han planteado que en la Mercè vuelvan las corridas de toros a la capital, el candidato del PP a la alcaldía barcelonesa, Daniel Sirera, clama por la tradición, la historia, la cultura ... hurtada a la ciudad y por la libertad de los aficionados, y la edil, ahora presidenta de Valents en la Ciudad Condal, Marilén Barceló, levanta su voz por la tauromaquia en el pleno municipal. Se mantiene el bloque populista e independentista, al que se suman los socialistas, en contra de la Fiesta, pero que la defensa de los toros vuelva a resonar entre las paredes de consistorio más importante de Cataluña no es una cuestión menor.
Marilén Barceló habló claro y le preguntó al independentismo porqué no se votó en contra de los correbous cuando se prohibieron las corridas de toros. Los votos del granero político de las Tierras del Ebro fue la respuesta que ella misma les dio y la prueba de la gran mentira política que significó aquella abolición contra derecho, que lejos de defender a los animales, el toro fue su gran excusa.
«La Fiesta no es pasado. Barcelona es taurina y es presente», enfatizó Barceló haciendo gala de su sangre torera, para dar su apoyo a la Escuela Taurina de Cataluña, que dentro de unos días va a vestirse de largo con cuatro alumnos suyos de luces en una novillada en Vinaroz. Y lo importante de sus palabras es que fueron dichas desde su sillón de concejal, elegida democráticamente por los barceloneses que le dieron su voto y su confianza. Así, de frente, sin rodeos ni engaños, sin la hipocresía que siempre ha invadido la lucha contra los toros, que no ha sido más que un lamentable disfraz.
Puede que la batalla política siga perdida, pero gestos como los vividos hace unos días en el salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona, ponen sobre la mesa que existe la realidad de quienes reclaman su libertad de vivir la pasión por el toro. Una realidad social, mayor o menor, todo en una democracia, que si lo es de verdad, ha de siguir apostando por aquello del respeto a las minorías, recuerdan…