Los martes toros
Los silencios de la Monumental
Es un goloso espacio sobre el que desde hace muchos años ha sobrevolado la especulación urbanística
Los laureles de Serafín Marín
Manifestación a favor de las corridas de toros en Barcelona, en 2020
La Monumental de Barcelona sigue cerrada, en silencio, que no en paz. Los aficionados, que luchan por volver a sus tendidos, la mantienen como referente. Cada vez que abandonan Cataluña en un obligado exilio para ver toros en otras plazas, el punto de encuentro ... en donde les espera el autobús que los lleva a Castellón, Valencia, Zaragoza, o alguna ganadería para disfrutar de un día de campo, siempre es el coso de la Gran Vía con Marina.
La plaza sigue en pie, en perfecto estado de revista, lo que cada día, mes, año que pasa hace más incomprensible su silencio. La tercera generación de los propietarios mantiene el inmueble en medio de una gran incógnita. «De momento, no», sentenció el tercer Pedro Balañá hace ya seis años. Habían pasado unos meses desde la sentencia del Tribunal Constitucional que revocaba la prohibición del Parlament de celebrar corridas de toros en Cataluña, y desde la propiedad se abrió un nuevo interrogante, el silencio. Se pasó de una prohibición política a un cierre empresarial.
La Monumental es un goloso espacio sobre el que desde hace muchos años ha sobrevolado la especulación urbanística. Su conversión en mezquita, la oferta en firme de compra del Ayuntamiento de Barcelona a cambio de una golosa permuta de terrenos… Y la Monumental sigue ahí, en silencio.
Desde su inauguración, cada temporada sus puertas se abrían con la primavera, incluso en febrero, y hasta en madrugadores festejos en el mes de enero, y una de sus fechas tradicionales eran las corridas de Pascua de Resurrección. El Domingo y el Lunes de Pascua se anunciaban en Barcelona las máximas figuras en una de las fechas de mayor relumbrón y más esperadas por los aficionados. Se acerca la Semana Santa, Sevilla y Madrid ya tienen toros y toreros, Barcelona y los aficionados que mantienen la resistencia, vivirán un año más el silencio de una plaza sumida en el misterio, que no en la paz.
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