Las ministras entran en campaña con 'viejas' promesas para Castilla y León

Por aquello de la expectación que ella misma había creado el pasado viernes cuando adelantó que ayer contaría buenas nuevas sobre el campamento militar de Monte la Reina (Zamora), la intervención de la ministra de Defensa, Margarita Robles, quedó finalmente un tanto aguada porque se limitó -ante las dudas y criticas llegadas desde la Junta y de colectivos empresariales zamoranos- a afirmar que será una «realidad».

Para decir esto y poco más se desplazó hasta la localidad zamorana de Toro -los terrenos pertenecen a este municipio-, donde pidió «no politizar» una apuesta que «no se puede poner en duda» porque forma parte de las inversiones del Ejército. Pese a ello, evitó dar plazos sobre el futuro cuartel porque sería «una osadía» hacerlo. Sí destacó que el 13 de abril concluyeron unos trabajos de cerramiento y perimetración que ha ejecutado la empresa pública Tragsa y que definió como la «primera fase» de las obras.

Insistió, acompañado por dirigentes provinciales y locales del PSOE, en que nadie quiera «aprovecharse y quedarse para sí un proyecto que es de todos y que va a salir precisamente porque es de todos», por lo que nadie debe «capitalizar» ni «sembrar la controversia» respecto a Monte la Reina.Aunque en otro sentido, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, también 'decepcionó' un tanto, pero en este caso porque era de prever que continuara con su labor de azote de la Junta de Castilla y León, a la que ha dirigido desde Madrid no pocas críticas en las últimas semanas vinculadas a la despoblación, los incendios y los servicios públicos, entre otros variados asuntos. Ayer, en cambio, optó más por sacar pecho de lo 'suyo' que por 'rompérselo' al adversario, aunque tampoco le dejó 'sano'. Así, la responsable ministerial trasladó el compromiso del Gobierno con la comarca burgalesa de Las Merindades pero apeló a que estas medidas «solo funcionan si se puede combinar bien la inversión y los esfuerzos de todas las administraciones», por lo que «necesitamos una implicación por parte de la Junta».

En esta línea, consideró que los habitantes del Valle de Tobalina (Burgos) han estado «abandonados» durante todo el periodo del Gobierno de Mariano Rajoy. Por contra, dijo, desde el Instituto de Transición Justa, que depende de ella, «se ha estado muy volcados». Concretó además que se trata de «una comarca colindante» con la extinta central nuclear de Santa María de Garoña, «otro sitio abandonado en el año 2012 que -según ella- hoy cuenta con un proyecto de futuro, con una recuperación muy notable».

Por su parte, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, viajaba a la capital del Pisuerga para reunirse con el presidente y consejero delegado de la empresa de baterías Inobat, Andy Palmer y Marian Bocek, sin que se llegara finalmente a realizar ningún anuncio definitivo. Por la mañana, el aterrizaje de la compañía en Valladolid se auguraba «inminente» tanto por el candidato del PP a la alcaldía de la ciudad, Jesús Julio Carnero, como por el del PSOE y actual regidor, Óscar Puente, que había lanzado este mensaje durante varias semanas. «Tuvimos una buena reunión con la ministra y tenemos grandes planes en España, es un lugar muy competitivo para nosotros», manifestó Bocek a la salida del consistorio.

No obstante, evitó hablar de fechas y expresó que sería «prematuro» indicar cuándo se hará efectiva una hipotética llegada de Inobat a Valladolid. «Depende de la financiación del Gobierno, estamos discutiendo sobre fondos públicos, pero hemos hecho grandes progresos», añadió. Mientras, Montero esquivó cualquier declaración a medios -quizás porque no había nada de lo que presumir finalmente-, aunque tras el encuentro sí que acudió a la caseta del PSOE con el alcalde, y allí, sonriente, se extendió en abrazos y fotos con simpatizantes del partido.

El balance de la conversación llegó de la mano de Puente: «La ministra tiene una visión muy global, es la que controla todas las líneas de ayuda de todos los 'pertes', así que ha sido una reunión muy productiva», aseveró, para indicar que la empresa podía tener «sus motivos» para no aventurar más, pero con confianza en esa inminencia. «Los porcentajes que ellos plantean de ayudas públicas los cubren sobradamente las administraciones de España, y eso es lo que nos hace fuertes», explicó. La disponibilidad de fondos europeos o la potencia en producción de energía limpia son, ejemplificó, bazas que mejoran la oferta de países como Inglaterra, aunque aun habrá que esperar. Puente añadió que este martes a las 12h tienen una nueva reunión con Inobat, esta vez con la presencia del ministro de Industria.