Largo lo fía

No quiero pecar de pesimista, pero solo hay que ver la realidad de las cosas y los hechos son que vienen tiempos en los que las inversiones van a ir orientadas a apuntalar los compromisos del Gobierno y esos no pasan por Castilla y León, sino por atender la voracidad de los nacionalismos y el chantaje, si se me permite la palabra, al que está sometido Pedro Sánchez para mantener los votos necesarios para su proyecto.

Puente reconoció que hay tramos muy poco desarrollados, con eternas tramitaciones pendientes. Y los que están en marcha, se eternizan en retrasos sobre los que nadie es capaz de dar una explicación. Tampoco hay muchas esperanzas en el avance de esta Autovía hacia Portugal, ni para la Valladolid-León, que también se reconoce que está en pañales.

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PUNTO DE VISTA

A futuro

Luis Jaramillo

Todo el mundo es consciente de que las necesidades son muchas y los recursos están limitados y que Castilla y León es una comunidad muy extensa, lo que multiplica necesariamente las inversiones. Pero no es de recibo que a la hora de la planificación se la sitúe en los últimos lugares. No vale decir que hay grandes inversiones cuando estas son por situación geográfica de paso. También debe haberlas para vertebrar el propio territorio. Y es ahí donde está el problema, donde se detectan las carencias, porque los votos de nuestros ciudadanos no son decisivos para las grandes alianzas y eso en España se penaliza.

Ojalá que las previsiones ministeriales se cumplan y haya un avance en los proyectos. Seremos entonces los primeros en saludarlos, pero la realidad es que una mirada al pasado no invita para nada al optimismo.