El fuego de Barjas no da tregua y ya ha quemado 1.500 hectáreas

Ayer, los efectivos desplegados en la montaña se preocuparon de «cerrar los focos calientes», zonas donde la temperatura es muy elevada «a pesar de que no se ven grandes llamas». El jefe de extinción tomó la decisión de terminar con esos puntos. Por eso, se mantuvo el nivel de alerta dos y la movilización de los soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Son la tercera parte de las 150 personas que trabajan en las labores de extinción, para quienes el delegado territorial de la Junta tuvo ayer palabras de elogio, por su «labor en zonas muy escarpadas, abruptas. Estan haciendo un trabajo a mano, casi artesanal. La gente se está dejando la piel. Y recuerdo que se trabaja por la mañana y por la noche, con una gran profesionalidad y en un sitio muy arriesgado. Hay que estar muy metido en el monte para verlos», apostilló, recriminando algunas críticas surgidas por la presunta falta de personal en el despliegue contra el fuego.

El operativo cuenta con el apoyo aéreo de media docena de helicópteros y un hidroavión, que han sido movilizados desde provincias cercanas. En tierra, junto a la UME, hay dos brigadas de especialistas y ocho cuadrillas de tierra, además de cuatro vehículos autobomba y tres máquinas bulldozer, encargadas de abrir anchos cortafuegos que «aseguren el perímetro» del fuego.

Además, en la mañana de ayer, la Junta sofocó, en un tiempo récord, otro incendio forestal en el Monte Pajariel, en Ponferrada. Es el cuarto foco de fuego registrado, este verano, en la montaña verde de la capital del Bierzo.

En cuanto al fuego declarado en los montes de La Baña, en el municipio de La Cabrera, su extinción se hizo oficial a las cinco y media de la tarde después de seis días activo. La Junta sólo manteníaen la zona una cuadrilla de tierra, que se encarga de supervisar que está apagado y evitar que los rescoldos puedan reavivarse.