Un fin de semana ecléctico en Valladolid con Nacho Vegas y Camela

Vegas regresa a los escenarios, tras un bloqueo creativo durante la pandemia, con un álbum conceptual que recoge sus temas habituales; el luto, la pérdida y la tristeza atravesados por la situación política y social que le rodea. El asturiano, del que se suele decir que «hace canciones tristes», va un paso más allá y aprovecha la fuerza movilizadora que -en cierta medida- posee la tristeza, junto con el odio o la rabia, antes (o después) de llegar a un estado paralizante. Vegas le canta a los puntos de inflexión en la vida, que también suelen serlo en el arte.

Con una más que patente influencia del mayor cantautor lóbrego vivo -Nick Cave- cuyo reflejo brilla en la sintonía temática y sonora que hay entre 'Belart' y 'The Weeping Song', el músico de Gijón invita a los vallisoletanos a abrazar y llenar el vacío con ternura, sin cinismos: «Contrapongo el cinismo a la ternura, porque es una visión del mundo totalmente descreída que empieza y termina en uno mismo, y que pasa por no reconocer al otro, que es lo contrario a la ternura. Tenemos que combatirlo», aseguraba en una entrevista reciente en este periódico.

En contraposición, con mucho brillo y alegría, la banda de dos que pasó de sonar en las gasolineras al estrellato nacional, Camela , continúa la presentación del single 'Su locura, mi placer', un primer adelanto de su próximo disco que viene acompañado de un videoclip que hace un guiño a 'Los Simpson' y pretende sumarse al éxito que han tenido canciones como ‘Sueño contigo’ (1996) o ‘Cuando Zarpa el amor’ (2004) . Un concierto para mover el esqueleto.