sociedad
«El Mariquelo» se solidariza con los vecinos de Las Arribes
Cumple con la tradición y sube a lo alto de la Catedral de Salamanca
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Como cada 31 de octubre desde hace 26 años, Ángel Rufino de Haro, «El Mariquelo», volvió a ascender a lo más alto de la catedral de Salamanca para cumplir con la tradición establecida en 1755, año en el que -tras el fuerte terremoto de Lisboa ... que algunos llegaron a atribuir al fin del mundo y que se sintió en la capital del Tormes- un decreto eclesial estableció la necesidad de ascender para comprobar si el monumento había sufrido daños al tiempo que servía como acto de acción de gracias.
Ante la mirada de miles de personas congregadas en la Plaza de Anaya, Rufino de Haro realizó hasta cinco paradas durante el trayecto hasta el cupulín del templo. Fue justo al llegar a la parte más alta que se le permite, pues por motivos de seguridad ya no alcanza la veleta como hacía hasta 2009, cuando tuvo un especial recuerdo para todas las personas que están padeciendo la crisis económica , «que recorta el estado de bienestar», y aquellos que les ayudan a afrontarla a los que considera «un estímulo para los demás». Así, aludió a los recortes educativos y sanitarios que, entre otros, apuntó, afectan directamente a los vecinos de los pueblos de Las Arribes del Duero donde se quieren suprimir las urgencias sanitarias nocturnas.
Desde esa misma altura, Rufino de Haro también tuvo un recuerdo para los cooperantes, realizó su particular homenaje a quienes se ven obligados a salir de España en busca de trabajo y se solidarizó con las personas enfermas, en especial los que padecen cáncer. A esos gestos, «El Mariquelo» sumó la suelta de más de un centenar de palomas mensajeras como símbolo de paz . A continuación, y tras rodear a modo de comprobación la balaustrada que rodea a la campana más emblemática de la seo -y que por efecto del seísmo lisboeta llegó a sonar el día del terremoto sin que nadie la tocara - interpretó la popular «charrada» en la que hace referencia a la tradición que se encarga de cumplir la víspera del día de Todos los Santos. Durante el ascenso, el folclorista salmantino también tuvo tiempo para dedicar la subida de este año al arte, «un estado del alma que humaniza y ayuda a recuperar la confianza en el ser humano» e, incluso, lanzó al vacío octavillas con poemas del escritor Luis Nieto del Valle .
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