El lleno del Puente del Pilar augura un otoño prepandémico para el turismo rural

«Todo va a depender de variables que por desgracia no podemos controlar. Hasta 2019, el 20 por ciento del turista que llegaba aquí era internacional, lo que nos avalaba tener unos meses buenos en otoño». Si, además, ese visitante todavía no llega, comunidades que dependían de ellos en estas fechas, como Canarias, Baleares o Valencia, «sacarán productos para incentivar al turista nacional» , con lo que «la tarta se tendrá que repartir más», desventaja con la que no se contaba antes de la pandemia. Aún así, se muestra optimista y con todo el empeño puesto en acaparar «los mercados más susceptibles de visitar la Comunidad».

Mientras, desde el sector se contemplan los meses venideros con el aliento de un primer puente de otoño «a tope »: «Podemos hablar de estar rondando casi el cien por cien de ocupación», señala Jesús del Río, presidente de la Federación de Turismo Rural de Castilla y León, que agrupa a un 30 por ciento del sector, con establecimientos e iniciativas turísticas asentadas en Salamanca, Valladolid, Burgos, León, Segovia y Ávila. Unos datos que, además, prevé que puedan repetirse en los fines de semana largos de noviembre y diciembre, aunque -matiza-, «lo ideal es que el otoño fuera más parecido al verano, con prácticamente todos los días ocupados». Para ello, cree vital impulsar una promoción turística «que vaya más allá del fin de semana» , trabajando «entre todos de manera más consensuada» para atraer «otros colectivos». Pone como ejemplo los programas del Imserso: «Ahora que están teniendo problemas para llevarlos a los hoteles, a lo mejor sería un buen momento para intentar venderles paquetes».

La casa de alquiler completo es el «producto estrella» de esta temporada , y el ‘inquilino’, al igual que otros años, «grupos grandes de familias o amigos» cuya procedencia es «básicamente de las provincias de alrededor: Madrid, Castilla y León, Asturias, Galicia y País Vasco», detalla María Jesús González, de la Asociación de Turismo Rural de Palencia.

Aunque no ha cambiado el perfil del visitante, sí lo ha hecho su manera de planificar los viajes . La incertidumbre que ha reinado en el último año y medio a cuenta de las restricciones para frenar la Covid ha provocado que funcionen principalmente «las reservas de última hora». Lo han percibido en la Asociación de Turismo Rural de Ávila ‘Casas de Gredos’: « Hace un mes estábamos un poco asustados porque veíamos que no había movimiento de cara a este fin de semana , pero esta última semana hemos alucinado con el aluvión de reservas», señala Alicia Garcinuño, una de las trabajadoras de la central de reservas de la citada agrupación.

No obstante, no para todas las provincias pinta igual. «Nos vamos recuperando, pero no tan rápido como nos gustaría» , confiesa Gerardo Otero, presidente de la Asociación de Turismo Rural de Segovia, cuyos alojamientos -más de un centenar-, presentarán estos días una ocupación de «entre un 80 y un 85 por ciento», cuando «un puente similar en 2019 hubiera estado al cien por cien». Cree firmemente que ahora más que nunca es necesario poner ahínco en el trabajo de comercialización con la vista puesta, además, «en sitios más lejanos que nos dieran pernoctaciones más largas».

En ello coincide Beatriz Calavia, la presidenta de Tursoria, que reúne a más de 370 establecimientos -entre posadas, hoteles y casas rurales- de la provincia soriana: « Ahora estamos recibiendo un turismo de jubilados que pueden alargar su estancia y les gusta nuestra gastronomía y cultura. Los días se amplían y sí que estamos mejorando las cifras de ocupación», sostiene esta empresaria, quien no duda en afirmar que «muy posiblemente, el futuro de esta provincia se encuentre en el turismo». Rozando el «lleno» estos días «tras estar recibiendo constantemente llamadas de última hora» , prevé que el resto de fines de semana del otoño se muevan en cifras similares «porque en esta provincia es la estación más demandada del año». Considera que mejorar pasa inevitablemente por evitar el «todo vale» e impulsar «un turismo de calidad». Solo así. cree que Castilla y León pueda mantener el liderazgo que ha vuelto a reconquistar pasados los peores meses de la pandemia.

«Muy mal se tiene que dar para que no se recupere el sector si sigue esta tendencia» , coincide Del Río, quien augura unos «próximos años buenos». Eso sí, matiza que están viendo la luz al final del túnel, pero todavía les costará salir de él: «La pandemia nos ha hecho mucho daño. Somos microeconomías que nos hemos endeudado. Saldremos poco a poco».