«Te descargas la aplicación de una linterna y también te pide tus datos»

«Las trampas están inventadas desde hace muchísimo tiempo», advierte Gervas de la Pisa. Recuerda que hace más de dos décadas, en España hubo «una empresa que se hizo pasar por un partido político para acceder al censo electoral» y ver, así, datos como la formación de los ciudadanos para «dirigir la publicidad». Esas vueltas de tuerca, sentencia, no son nuevas, pero «ahora son más sutiles». «Te descargas una aplicación, por ejemplo, de una linterna y resulta que quiere saber tus datos de contactos, acceder a fotografías, audios... ¿Para qué una linterna quiere eso? La trampa esta ahí» en la utilidad posterior de esos datos explica a ABC el abogado.

Valga también de ejemplo la polémica en torno a las cookies. Quién no ha leído un mensaje tal como «si continúa navegando entendemos que acepta nuestra cookies que sirven para seguir mejorando su experiencia como usuario», pero «qué significa eso. no me dice nada. Informe bien para qué sirven. Algunas se mantienen durante 30 años », explica Gervas de la Pisa. La ley obliga a la empresas a ser más claras pero «el 99% incumplen con esta obligación. Desde mi punto de vista los avisos no son validos, pero no creo que sea por mala fe».

En este escenario advierte que «hay ciertos usuarios que aceptan que las cosas son así. Hay quien asume que está desprovisto de privacidad. Yo opino que hay que ser proactivo, vigilar lo que se firma». Pero al margen de «que el usuario sea un desastre, hay que exigir responsabilidad a la empresa» dueña de esas aplicaciones. Y ello es lo que se pretende hacer con el caso de Facebook. A través de una aplicación «se han comprometido» los datos de 87 millones usuarios de esta red social en todos el mundo. En España la cifra supera los 137.000 afectados , según adelantó ABC. «No sabemos si lo que se ha facilitado es el nombre o apellido o los likes, los grupos a los que está adherido, los comentarios, las ubicaciones o los equipos desde los que realiza las comunicaciones», que «conforman un perfil sobre la personalidad». En EE.UU. «se está diciendo que esta filtración se ha utilizado con fines de una campaña electoral. Parece que lo que estaban buscando no era sólo nombre y apellidos, sino mucho más».

Con esta información, la asociación entiende que ha habido un «perjuicio» sobre los usuarios afectados y hay dos vías por las que actuar contra Facebook. La primera es a través de Agencia Española de Protección de Datos, cuya actuación puede derivar en sanción, pero de ahí «no saca el ciudadano ningún rédito». El otro procedimiento sería el indemnizatorio para los afectados, que es el que ofrece Acoreo. Para saber si se es uno de los damnificados, está previsto que Facebook avise, pero existe la posibilidad, advierte Gervas de la Pisa, de que no informe con total «transparencia». En ese caso, todo interesado puede pedir a título individual a Facebook que se lo aclare.

Existen precedentes de casos anteriores en los que Gervas ya ha actuado contra este gigante tecnológico y le han dado la razón. Este abogado, que tienen una empresa dedicada a retirar datos de internet, recientemente consiguió que se les impusiera una sanción de 600.000 euros a Facebook y Whatsapp -300.000 a cada uno- junto a otros denunciantes, y en 2016 logró una multa contra Google por valor de 150.000 euros. Unos precedentes que han llevado a la asociación a ofrecer esa posibilidad de acudir a los tribunales en busca de una indemnización.