Los bancos de alimentos: «En este momento toda ayuda es poca»
Las organizaciones solidarias resisten con donaciones económicas ante el incremento de la demanda
M. Antolín
Los efectos sociales de una pandemia que ha puesto todo patas arriba son cada vez más palpables. Los expedientes de regulación de empleo, cierres de negocios asfixiados tras meses de cierre e, incluso, los despidos han puesto en dificultades a muchas familias que se ven ... obligadas a pedir ayuda para lo más básico, poder comer. Los diez bancos de alimentos de Castilla y León han registrado de media un incremento en el número de usuarios atendidos de entre el 10 y el 15 por ciento, con alrededor de 64.000 beneficiarios , relata el presidente de la federación que los agrupa y de la organización en Valladolid, Jesús Mediavilla. A eso se añade que la necesidad es mayor y hay que repartir mayor cantidad de productos por familia y que, pese a que se han hecho algunas campañas en algunas provincias, el virus ha frenado en seco las recogidas de alimentos que solían hacerse habitualmente.
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Todo ello conlleva que los almacenes de los bancos «no estén tan llenos como antes» y que tengan que «vivir al día», en el sentido de que van comprando los suministros que se van acabando, relata Mediavilla. Al mes, en Valladolid se están gastando unos 40.000 euros. Y pueden hacerlo porque la «solidaridad» ha sido también muy importante en esta etapa. Así, son precisamente las numerosas aportaciones de empresas y los donativos económicos los que están permitiendo a las organizaciones solidarias resistir y seguir aportando su ayuda. Un apoyo que prestan a través de asociaciones a las que distribuyen los productos y de allí llegan finalmente a las personas necesitadas.
Situación desigual
Pero el futuro es «incierto» y, con la posibilidad de nuevos confinamientos en el aire, todo apunta a que «las cosas podrían ir a a peor», expresa el presidente. Por eso, «en este momento, toda la ayuda es poca» para afrontar los efectos que traiga la segunda ola de la pandemia. A falta de poder realizar su tradicional gran recogida, que cada año se desarrolla con voluntarios en supermercados de toda España, las organizaciones se han tenido que adaptar a las circunstancias e impulsar una modalidad online durante este mes de noviembre -del 16 al 22- para evitar los riesgos y aglomeraciones y poder afrontar la temporada navideña. Así, lo que podrá hacerse en esta ocasión será hacer donaciones económicas en las cajas de los establecimientos o a través de la web www.granrecogidadealimentos.org.
A la espera de ver cómo funciona el nuevo modelo, lo cierto es que la situación en los bancos de alimentos de la Comunidad es desigual y los hay que califican su situación de «complicada» . Es el caso de la organización solidaria en Palencia, en la que, según explica su secretaria, Rosa Ortega, se han incrementado de forma muy importante los usuarios atendidos. «Desde marzo, se ha registrado un aumento de un 45 por ciento y llegamos a los 3.125 beneficiarios de media cada mes en toda la provincia», subraya. Y eso se ha notado en sus existencias, que han mermado de forma importante. En el mes de marzo, cuando se decretó el primer estado de alarma, se repartieron alimentos procedentes de los fondos europeos y sí hubo donaciones. Pero los meses han ido pasando y las estanterías se van vaciando sin poder hacer campañas fundamentales para ellos, como las que realizaban a comienzos de año.
Problemas en Palencia
«En Palencia, nos faltan productos de los más básicos como leche, garbanzos o tomate frito», relata. Lo que no escasea son galletas y café porque las empresas de la zona se han volcado con ellos y les han aportado cantidades muy importantes. Ahora, las esperanzas están en la gran recogida virtual y ya hay colegios que se han mostrado interesados en ayudar de alguna manera en esos días.
En Soria, su banco de alimentos atiende actualmente a 2.600 personas, unas 200 más que antes de la pandemia. Sí hubo un incremento importante de peticiones en los meses de abril y mayo, pero volvieron a descender en junio. «Tenemos los mismos problemas que sufrimos históricamente», relata su presidente, Ángel Crespo, que incide en que, pese a que es la provincia con menos población, «no quiere decir que sea la que menos personas desfavorecidas tiene». Con «poca» industria agroalimentaria, sus almacenes se surten de otros bancos y de las campañas que este año se han visto interrumpidas, lo cual ha supuesto que escaseen en sus despensas algunos productos básicos. Sí han tenido, sin embargo, «grandes donaciones económicas» que han permitido que el banco soriano haya podido resistir y adquirir existencias para los meses más complicados.
Recogida virtual
«Ahora estamos expectantes ante la gran recogida, que será virtual», indica, y, pese a lo novedoso de un año en el que es imposible hacer el acopio de alimentos de forma física, los bancos hacen una llamada a la población para que «se vuelque». «Vamos a necesitar más alimentos y mucha colaboración», considera Crespo, quien asegura que la organización soriana dispone aún de existencias hasta final de año. «Esperamos que la gran recogida vaya bien porque si no el comienzo de año puede ser catastrófico», concluye.
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