A Velázquez se le complica la legislatura: Vox, PSOE e IU hacen tambalear el escenario municipal
El último revés llega con la Zona de Bajas Emisiones, que no sale adelante y puede acarrear la pérdida de fondos europeos y subvenciones al transporte público urbano
Vox tensa su relación «porque aunque estamos dentro del Gobierno, somos distintos y no pensamos lo mismo» y el PSOE pasa de su previsible abstención a votar en contra de la Zona de Bajas Emisiones
J. Guayerbas
Toledo
La Comisión de Seguridad, Transportes e Interior que se ha celebrado este jueves en el Ayuntamiento de Toledo es ya el cónclave de la fumata negra a la Ordenanza Municipal Reguladora de la Zona de Bajas Emisiones, un texto que el Gobierno del bipartido ... de PP y Vox no ha podido sacar adelante por dos cuestiones.
Una, la más llamativa, por la división entre los dos grupos políticos que forman el Gobierno municipal, escenificada por la vicealcaldesa Inés Cañizares, quien ha votado en contra de la ordenanza que sí apoyó en Junta de Gobierno cuando era un mero proyecto, tal y como ha recordado a modo de reproche su compañero de Gobierno, el concejal popular Iñaki Jiménez, responsable municipal de Movilidad.
La otra cuestión, el cambio en el sentido del voto del Grupo Municipal del PSOE. Como ayer pudo saber este diario por fuentes socialistas en el Consistorio, su planteamiento era abstenerse hoy en la votación de la ordenanza y así mantenerse en la línea de los postulados sobre cambio climático del Gobierno de su líder Pedro Sánchez, y evitar, además, que el PP les achara la pérdida de fondos europeos, casi 5 millones de euros, pues la Ordenanza de la Zona Bajas Emisiones es la llave para optar a ayudas de Europa y a una subvención para los autobuses urbanos.
Esta mañana, lejos de abstenerse, el PSOE ha votado en contra de la ordenanza, tumbando la Zona de Bajas Emisiones junto a Izquierda Unida y a Vox. El PP se ha quedado solo y su concejal Iñaki Jiménez pálido y desolado.
Tensión en el bipartito
La tensión que Vox está ejerciendo en las últimas horas sobre sus socios de Gobierno del PP —además de su no a esta ordenanza, el alcalde Carlos Velázquez tampoco ha contado con su apoyo para aprobar el inicio de la tramitación de los presupuestos municipales para 2026— evidencia la cuenta atrás para las elecciones de mayo de 2027.
Vox tensa así su relación con los populares «porque aunque estamos dentro del Gobierno de la ciudad de Toledo, somos distintos y no pensamos lo mismo«, ya que para Inés Cañizares la Zona de Bajas Emisiones »es un tema complejo, y no, no nos gusta la ordenanza porque vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos y más aún cuando no hay contaminación en Toledo«, ha argumentado, para preguntar si »¿vamos a permitir que se vulneren nuestros derechos como ciudades porque una ley lo diga? No vamos a admitir que se limite la circulación«.
La postura del PSOE, que pasó de la abstención de la que ayer hablaban en su sede de la Posada de la Hermandad al voto en contra ejercido finalmente en la comisión, es inteligente. Aunque al votar no a la Zona de Bajas Emisiones los socialistas toledanos se apartan de los planteamientos de su partido en cuestiones medioambientales y de cambio climático, sí contribuyen con su no a la división del Gobierno municipal, aislando a un Partido Popular tocado y hundido por Vox, demostrando que sin los cuatro concejales del partido radical, los 9 populares no son nada.
Cierto es que desde el Gobierno municipal el PSOE no ha recibido hoy en la comisión ningún gesto de acercamiento, pues el PP y Vox han votado en contra de las siete alegaciones presentadas por los socialistas y argumentadas este jueves por el concejal Francisco Rueda. Desde el Ejecutivo local, Iñaki Jiménez se limitó a derivar esas siete apreciaciones a la futura Ordenanza de Movilidad que en estos momentos está en fase de redacción.
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