Toledo se prepara para un posible problema de abastecimiento

Lo hace después de que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) haya informado por carta al Consistorio de que el sistema del Alberche, desde el cual se abastece la ciudad, haya entrado en fase de emergencia.

«El escrito de la CHT propone a los ayuntamientos que dependen de los recursos del Alberche, y que no cuenten con una fuente alternativa de suministro, que deben establecer medidas con objeto de reducir el consumo de agua en un previsible 30 por ciento», explicó Eva Jiménez, concejala de Servicios Públicos y Sostenibilidad. En un caso extremo, habría restricciones al consumo doméstico.

Sin embargo, Toledo aún no está en esa situación. «Los niveles ahora son normales», pero «es previsible que a corto plazo podamos entrar en prealerta» , tranquilizó la edil. La ciudad se abastece de Picadas, que forma parte del sistema del Alberche. De haber cortes en Picadas, se tiraría del Guajaraz-Torcón, aunque se trata de un agua que tiene «un olor y sabor distintos», entendiendo por distintos «peor». Por último, en un caso «extraordinario» se recurriría al sistema de Almoguera, que llegaría a través de Picadas.

La concejala detalló el orden del uso de agua en el caso de que falte. Lo primero sería el abastecimiento de la población; luego el de regadíos y usos agrarios; y después el de usos industriales, acuicultura, usos recreativos, navegación y transporte acuático.

De momento, el grupo de trabajo creado por el Ayuntamiento va a informar de la situación a los de Guadamur y Polán, que reciben suministro de la ciudad, y también con los de la Mancomunidad del Guajaraz. Estos son: Nambroca, Burguillos, Argés, Layos y Cobisa.

Además, se va a poner en marcha una campaña de sensibilización para el ahorro voluntario de agua en el consumo doméstico y también se hablará del tema a los escolares dentro del proyecto «Toledo Educa». En el caso municipal, Jiménez se refirió a la «notable» reducción en el baldeo o riego.