20 años difundiendo la cerámica de Talavera

En veinte años ha habido noticias importantes: la notable ampliación de la colección originaria, que proporcionó la familia Ruiz de Luna, las restauraciones de piezas, las exposiciones de carácter didáctico tanto dentro del Museo como fuera de nuestra ciudad, o la ampliación del espacio en el edificio colindante, el antiguo Liceo.

Y, también, ha habido situaciones a superar. Entre ellas, una presencia tenue en la vida cultural de la ciudad, tendencia que se rompe cuando hay actividades que logran una gran repercusión. Tampoco hay actualmente dirección desde el Museo de Santa Cruz ni el trabajo de conservador especialista en patrimonio cerámico. En este contexto, la atención y los recursos llegan muy matizados.

La Asociación de Amigos del Museo se creó antes de la reapertura, a comienzos de los noventa, con el fin de brindar un apoyo fiel y desinteresado a su crecimiento.

Con el esfuerzo particular, apasionado, de un grupo de personas se ha conseguido crear ocasiones para que el público se acerque al Museo, reciba información especializada y disfrute del contacto con la cerámica de Talavera.

Exposiciones, publicaciones, conferencias e investigaciones sobre la cerámica se han ido sucediendo gracias a nuestra aportación. Aunque queda mucho para lograr que el Museo sea una entidad verdaderamente dinámica.

Quijotes y Sanchos, Cerámicas de Picasso, 500 años de cerámica de Talavera, Del blanco a la policromía, Francisco Arroyo, Iconografía de la Virgen del Prado en la cerámica de Talavera, ¡Alto el fuego! Cerámicas de la guerra de la independencia, Placas cerámicas funerarias de los siglos XVIII y XIX... son títulos significativos de algunas de las muchas actividades llevadas a cabo por la Asociación de Amigos en estos veinte años.

Hoy podemos decir que la cerámica es mejor conocida entre los talaveranos. Que el Museo sigue siendo el referente principal para conocer nuestro patrimonio cultural. Las formas, las técnicas, los estilos decorativos, la evolución histórica y social, las obras singulares, están expuestas en sus salas. La cerámica se reconoce hoy como auténtica seña de identidad.

La labor ha de continuar. El Museo ha de seguir creciendo. Y estamos seguros de que el futuro le reserva otro importante capítulo a nuestra cerámica y a su historia. Que también es, en buena parte, la historia de Talavera.