«¿Subir el precio? No lo hicimos con la primera estrella Michelín, tampoco lo haremos ahora»

¿Se lo esperaban?

Fue una sorpresa. Estábamos invitados a la gala, como muchos cocineros, y no supimos nada hasta el momento en el que lo anunciaron.

Entonces, el viaje no fue en balde.

No, no. Siempre te hace ilusión que te inviten para asistir a la gala porque hay muchos cocineros. Pero nosotros no pensábamos que un restaurante como el nuestro, en un pueblo como Almansa y siendo un negocio familiar, iba a recibir dos estrellas Michelín.

¿Por qué cree que ha recibido las dos estrellas?

Por lo que define la guía: una cocina de excelencia, con arte en la cocina, buenos platos y, sobre todo, regularidad.

¿Cuánto cuesta un menú degustación en su restaurante?

Tenemos tres menús: 60, 75 y 90 euros, bebida aparte.

¿Subirán los precios con el nuevo reconocimiento?

No. No lo hicimos cuando conseguimos la primera, tampoco lo vamos a hacer ahora.

¿Cuántos trabajadores tienen?

Tres en sala, incluida Cristina, y cuatro en cocina para 25 comensales.

Sí que tendrán que echar viajes. ¿Ampliarán plantilla ahora?

Depende de cómo vaya el negocio. Para un servicio de 15 o 20 personas, vamos funcionando bien, somos bastante regulares y no solemos fallar.

¿De quién se acuerda cuando ha conseguido una segunda estrella Michelín?

De mi mujer, la que más me ha apoyado en este barco. Es todo mi mujer. Es la persona que vive conmigo esta aventura de locos.

Si los dos no se dedicaran al mismo gremio, difícilmente la convivencia, ¿no?

Es imposible, y más cuando mi mujer está fuera, en sala, e intentamos hacer un servicio muy familiar. Para mí, es importantísimo el apoyo de ella.

¿Qué hay que probar irremediablemente en su restaurante?

Cualquier plato de caza porque estamos en temporada.

¿Descubrieron algún inspector de la Guía Michelín en su local este año?

No, este año, no. Por norma general, no los conoces a no ser que ellos se presenten para hablar contigo cada cierto tiempo, como tres años o algo así, para preguntarte cómo vas y ver, sobre todo, las instalaciones.

¿Y por qué decidieron abrir su restaurante en Almansa en 2003?

Mi mujer y yo éramos muy jóvenes. Yo trabajaba como segundo de cocina en el restaurante Mas Tau, del grupo Bulli, con una estrella Michelín. Decidimos casarnos y montar un negocio. Elegimos Castilla-La Mancha porque yo soy de Elche de la Sierra, pero para mi carrera no era viable un pueblo de ese tamaño. Entonces Almansa estaba muy bien con el tema del calzado y bien situada en la zona, por lo que decidimos abrirlo en Almansa.