Luengo: «Murcia ha comprobado que los embalses están muertos»

Coincidiendo con la Asociación, el director gerente ha señalado que este nuevo trasvase se ha hecho «sin tener en cuenta, una vez más, nuestras reivindicaciones, ni el estado moribundo del río Tajo, así como la situación de extrema emergencia en que se encuentran Entrepeñas y Buendía y que puede evidenciarse con solo acercarse».

Luengo ha querido recordar que el uso de las desaladoras viene a dar la razón a los que defienden el fin del trasvase, «con unos pantanos que están bajo el mínimo legal de 400 hectómetros cúbicos no trasvasables, concretamente este domingo con un volumen de 358,05”. En este sentido, el director gerente ha dicho que “si ahora pueden utilizar las desaladoras, pueden hacerlo siempre».

El máximo responsable de la Agencia del Agua, órgano dependiente de la Consejería de Fomento, ha manifestado que «ellos tienen esa salida, mientras que, ¿cuál es la que tenemos los pueblos ribereños, los pueblos de la cuenca del Tajo y los pueblos de los embalses de cabecera?».

Luengo ha dado a conocer que las desaladoras están funcionando actualmente a un 50 por ciento de media, con lo que esto se traduce en que «la capacidad de desalado de estas infraestructuras es del doble del que se las está sometiendo en la actualidad».

Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha han recordado que «este es el momento de que Rajoy y Cospedal se retraten con los castellano-manchegos, ya que de aprobarse un nuevo trasvase sería por Real Decreto en el Consejo de Ministros», en palabras de Luengo, quien ha añadido que «es el momento para que demuestren si quieren seguir despreciando a los castellano-manchegos, como vienen haciendo habitualmente, saltándose la ley que ellos mismos acordaron o sí, al menos, van a respetar que no se trasvasen los lodos que quedan en Entrepeñas y Buendía ».

Mientras tanto, «el Gobierno de Emiliano García-Page estará atento a que el agua se quede en Castilla-La Mancha, porque el peligro es que se pueda seguir transfiriendo agua de la cabecera del Tajo vía ventas de derecho de agua».

Antonio Luengo ha querido recordar las declaraciones recientes del PP murciano acusando de insolidarios a los castellano-manchegos y de que el Gobierno de esta región es la mayor amenaza del trasvase, a lo que ha respondido que «acusar a Castilla-La Mancha de insolidaria produce una mezcla de asombro, indignación y risa, tras medio siglo de hipoteca inaguantable, viendo muchos pueblos ribereños como el agua, sobre la que tenemos preferencia como cuenca cedente, pasaba por encima de sus cabezas para generar riqueza, empleo y desarrollo en otros territorios y negándoselo a ellos».

«La realidad salta a la vista con la cantidad de agua que lleva el trasvase, alrededor de 20 metros cúbicos por segundo, mientras que en Aranjuez el río lleva por la cuenca unos 7 u 8 de media, incluso se ha estado por debajo de los mínimos legales; lo mismo sucede con Toledo o Talavera de la Reina, donde la aparición de grandes balsas de algas pone de manifiesto que se está produciendo el fenómeno conocido como eutrofización, que consiste en el incremento anormal de nutrientes en un ecosistema acuático determinado por el aumento de temperatura, la contaminación que trae el río de Madrid y el estancamiento del agua debido a su bajísimo caudal«, ha resumido.

Antes de finalizar, Luengo ha reiterado que «esta situación de expolio y de coma se ha denunciado ante la Unión Europa desde Castilla-La Mancha, una denuncia que los eurodiputados ratificaron en su informe y al que el Gobierno de Rajoy sigue haciendo oídos sordos en una clara actitud irresponsable con esta tierra».

El centenar de vehículos que se ha unido a la marcha ha partido de la localidad de Auñón para dirigirse a Sacedón por la N-320 hasta la rotonda N-204 dirección Buendía CM-2000 hasta el cruce de Sacedón, lugar donde ha tenido lugar la concentración en el Paseo Marítimo del municipio. Como viene siendo habitual, las decenas de personas que se han dado cita en la convocatoria ha pedido el fin del trasvase y la luchar por la recuperación de los embalses Entrepeñas y Buendía y, por ende, el río Tajo.