El vínculo de la Corona con la sociedad en plena pandemia

Ante la grave situación que vivía España, Don Felipe, que una vez juró estar siempre al lado de los españoles «como el primer servidor», se dispuso en marcha de inmediato. Una crisis de este calibre en plena era digital obligó a los Reyes a reinventarse: se beneficiaron de la tecnología para multiplicar sus actividades y mantener, en todo momento, el contacto con la sociedad. Así, durante el confinamiento los Reyes realizaron 97 videoconferencias –la primera fue el 26 de marzo, con el presidente de la Federación Gallega de cofradías de Pescadores, José Antonio Pérez Sieira–, mantuvieron 166 conversaciones telefónicas y contactaron con más de 100 sectores y 47 centros sanitarios de referencia.

El mismo Sieira recuerda fascinado aquella llamada desde La Zarzuela, y expresa a este periódico que recibieron «un apoyo muy grande» por parte de los Reyes. «Estaban muy interesados en conocer las dificultades que estábamos teniendo como productores. Saber que podíamos contar con ellos y que reconocían nuestra labor nos reconfortó», apunta.

Como Sieira opina también el jefe de Comunicación del Museo del Prado, Carlos Chaguaceda, que rememora cómo el centro sobrevivió a aquellos meses de incertidumbre. Señala que hubo una gran compenetración entre la Corona y el museo y asegura que el papel de los Reyes, el de «hacer sentir a las instituciones escuchadas y atendidas», se cumplió a la perfección. También quisieron los monarcas conocer el impacto del Covid sobre los colectivos más vulnerables de la sociedad. Desde Unicef, donde la Reina es presidenta de Honor, recuerdan el interés hacia la organización que Doña Letizia mostró en todo momento.

«En un primer encuentro, solicitado por ella misma, le trasladamos las principales líneas de trabajo que estábamos desarrollando para hacer frente a la pandemia. Siempre nos mostró su apoyo y compromiso. Tenía un gran interés en profundizar y debatir los asuntos que se le planteaban; destacaría su escucha activa y la preparación exhaustiva con la que acudía a las reuniones», expresa el presidente de Unicef España, Gustavo Suárez Pertierra.

En total, la Familia Real realizó 360 actividades, de las cuales 332 tuvieron lugar dentro de España y el resto en el extranjero (Polonia, Francia, Omán, Israel, Uruguay, Portugal, Bolivia y Honduras). Todo fue posible gracias al teletrabajo y a un pequeño equipo que siguió acudiendo a La Zarzuela. Ellos eran quienes se ponían en contacto con los diversos sectores y quienes, posteriormente, recibían las peticiones de estos, analizaban su situación y agendaban una cita para que pudieran mantener una conversación con los Reyes.

Además, Don Felipe se sirvió de sus relaciones personales para conseguir material sanitario. Tan sólo cuatro días después de que el Gobierno decretara el estado de alarma, llegaron a Zaragoza medio millón de mascarillas procedentes de Shanghái y, más tarde, 50.000 pruebas del Covid, cien respiradores y material de protección para sanitarios. Aquello fue posible gracias a la comunicación entre Don Felipe y el magnate Jack Ma, fundador de la compañía Alibaba. Ambos se conocieron en 2018 en Davos (Suiza) con motivo de la 48º edición del Foro Económico Mundial.

El Monarca no dudó en servirse de aquella amistad para intentar paliar los estragos de la pandemia. El mismo empresario manifestó públicamente que la gestión había sido posible «gracias al apoyo del Rey». De la misma manera, haciendo uso de su agenda personal, se puso en contacto con Amancio Ortega y el presidente de Huawei, Ren Zhengfei, con el propósito de gestionar más envíos de material.

Entonces, el propósito del Rey era ayudar en la medida de lo posible sin interferir en el ámbito de la Administración, ni central ni de las comunidades autónomas. Para ello puso también a disposición del pueblo a los 1.500 efectivos de la Guardia Real, que trabajaron conjuntamente en lo que se denominó operación Balmis, coordinado por el entonces jefe del Cuarto Militar de la Casa del Rey, Juan Ruiz Casas, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Miguel Villaroya. Entre sus labores se encontraban el montaje de hospitales y el traslado de fallecidos.

Tras el confinamiento, los Reyes no dudaron en emprender una gira por España –que comenzó el 23 de junio en Las Palmas de Gran Canaria y finalizó el 20 de julio en Asturias– para impulsar la actividad económica y el turismo. El frenético trabajo de Don Felipe y Doña Letizia sirvió, además de para combatir el Covid, para mostrar la faceta más caritativa de unos monarcas que, ante todo, prometieron cuidar a su nación.