El fuerte oleaje impide por segunda vez a Don Juan Carlos salir a navegar

La secuencia de los acontecimientos del sábado y del domingo ha sido similar, aunque esta vez más abreviada. A media mañana, Don Juan Carlos, sentado en el puesto de copiloto del coche de su amigo y anfitrión, Pedro Campos, recorrió los apenas dos kilómetros que separan el chalé del presidente del Real Club Náutico de Sangenjo del puerto deportivo. Pero las condiciones meteorológicas adversas, especialmente el fuerte viento y oleaje, han aconsejado que el velero zarpase sin él. El Bribón, por cierto, se impuso en la única manga que la meteorología había permitido disputar el sábado.

Don Juan Carlos, que lleva cuatro días en la localidad pontevedresa, a la llegó el miércoles después de haber hecho escala en Londes -donde fue a ver el partido del Real Madrid contra el Chealsea-, mantiene un perfil discreto, sin hacer declaraciones ni facilitar titulares de prensa, a diferencia de su anterior estancia, hace ahora once meses, cuando su exposición pública fue mucho mayor.

El mal tiempo ha truncado buena parte de los planes de Don Juan Carlos de disfrutar de la vela en Sangenjo. El jueves fue el día que más tiempo pudo estar en el mar, casi tres horas, pero ya el viernes la condiciones del mar abreviaron los entrenamientos. El sábado y domingo, como se ha dicho, el campeonato se ha celebrado sin su participación.

Para sus dos viajes a España desde que en agosto de 2020 se trasladase a vivir a Abu Dabi (Emiratos Árabes), Don Juan Carlos ha elegido Sangenjo como cuartel general. En la localidad gallega, a la que le une una vinculación especial por la vela y un grupo de amigos, también había pasado sus últimos días en España antes de establecerse en el extranjero.