El Rey con uniforme de gran gala y la Reina de blanco: los Reyes asisten a la entronización de León XIV

La información sobre los componentes de la delegación ha ido llegando a cuentagotas en los últimos días, ya que desde el Gobierno no han emitido ningún comunicado oficial. La asistencia de Yolanda Díaz se ha conocido hoy a través de la agenda de actos de Moncloa.

El presidente Pedro Sánchez —quien ayer se encontraba en Irak, abriendo un nuevo frente contra Israel— ha preferido no asistir a la entronización, pese a que podría haber volado directo en avión desde Bagdad. Como disculpa, envió el pasado viernes una carta al Vaticano para solicitar al Papa León XIV una audiencia privada e invitarle a que visite pronto España.

Don Felipe y Doña Letizia han llegado a la plaza de San Pedro minutos antes de que comenzaran las letanías que han continuado a las laudes regias, con las que ha arrancado la procesión por el interior de la basílica del Papa León XIV, acompañado por el resto de cardenales de la Iglesia Católica y los patriarcas orientales.

Antes de que comenzara la ceremonia, Don Felipe y Doña Letizia, ubicados en la primera fila de autoridades extranjeras que han asistido a la entronización, han saludado a los representantes de algunas de las 150 delegaciones, como al Príncipe Alberto de Mónaco, Felipe y Matilde de los Belgas, o Guillermo y Máxima de los Países Bajos. Han saludado también al presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, y a la presidenta del Gobierno italiano, Giorgia Meloni. También al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

El Rey ha vestido el uniforme de gran etiqueta de Capitán General del Ejército de Tierra, con destacadas condecoraciones y el fajín rojo en la cintura, que representa el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Doña Letizia ha utilizado el «privilegio de blanco», un código que permite a las Reinas católicas —titulares y consortes—, vestir de blanco ante el Santo Padre. Este privilegio tiene su origen en el agradecimiento del Papa a los Reyes que se mantuvieron fieles durante la Reforma Protestante. Así, la Reina ha lucido un vestido de corte midi con escote asimétrico, confeccionado en tejido de crepe por la firma Redondo Brand, y bolso de este color. La Reina ha cubierto su cabeza con una mantilla, también en blanco, pero no ha recurrido a la opción de utilizar la tradicional peineta. Ha combinado este atuendo con unos zapatos beige.

Al contrario que en otras ocasiones —como en el funeral del Papa Francisco, donde lució el broche de perlas grises de las Joyas de Pasar—, esta vez la Reina no ha utilizado ninguna joya histórica. Ha optado por unos pendientes largos que tiene desde hace 20 años, compuestos por diamantes y perlas australianas.

Los demás miembros de la delegación han recurrido a colores oscuros, que era protocolo marcado por el Vaticano. Bolaños y Feijóo con trajes de chaqueta azul oscuro y las ministras de negro, al igual que la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá.

Se trata de la segunda ocasión en la que los Reyes presiden la misa de inicio de un Pontificado en Roma. La primera fue con la entronización del Papa Francisco, a la que asistieron siendo todavía Príncipes de Asturias.

La ceremonia ha durado casi una hora y media. Al finalizar, las 150 delegaciones se han dirigido al interior de la basílica, donde el Papa ha saludado uno por uno a todos los representantes. Después de los mandatarios de la República de Italia y una extensa delegación de Perú, ha llegado el turno de EE.UU. —representados por J.D. Vance y Marco Rubio—, Felipe y Matilde de los Belgas, el Rey de Emiratos Árabes Unidos.

Después, el turno de los Reyes Felipe y Letizia, quienes han estrechado la mano del Santo Padre y han realizado una inclinación con la cabeza en señal de respeto y agradecimiento. Don Felipe y Doña Letizia han conversado con el Santo Padre durante unos minutos, siendo los representantes de una delegación con los que más tiempo se ha detenido León XIV a hablar. Durante el breve saludo, el Rey se ha llevado varias veces la mano al corazón.

Cuando el Papa León XIV salió elegido en el cónclave, los Reyes no tardaron en publicar un mensaje en redes sociales, donde pusieron en valor el mensaje de paz que el nuevo Pontífice había lanzado en la plaza de San Pedro instantes después de haber sido elegido. «Su llamamiento a la paz nos inspira, nos alienta y recoge el deseo y sentir profundos del pueblo español», afirmaron entonces.

Un día más tarde, en la ceremonia de entrega del Premio Europeo Carlos V, Felipe VI destacó el «fuerte vínculo con Iberoamérica» del nuevo Papa. Resaltó el hecho de que el nuevo obispo de Roma haya nacido en Estados Unidos y alabó el mensaje de paz que León XIV proclamó recién nombrado papa. «El nuevo pontífice ha expresado su deseo de una Iglesia que construya puentes, que fomente el diálogo y que sea siempre portadora de paz», apuntó. Y concluyó: «En un mundo marcado por la polarización, su mensaje es una llamada urgente a superar la confrontación y a abrir caminos hacia el entendimiento mutuo. Que su pontificado sea, por tanto, una verdadera fuente de esperanza para la humanidad».