Felipe VI apoya al Seprona en la lucha contra los delitos medioambientales

En el corazón de la Sierra de Gredos, en un recóndito lugar lleno de vegetación y animales que viven en libertad, el Rey ha conocido las capacidades en la protección del medioambiente del Seprona, en el que ha sido su primera actividad oficial con esta división de la Guardia Civil. Un acto al que ha asistido con el uniforme de campaña del Ejército de Tierra y en el que estuvo acompañado por el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, la directora de la Guardia Civil y el presidente de Castilla y León, Fernández Mañueco.

«Hay gente que puede tener la idea de que el Seprona es exclusivamente la protección de la caza y la pesca, pero los delitos medioambientales son un grave problema», ha explicado el Coronel y segundo Jefe del Seprona, Julio Serrano, al tiempo que ha añadido que los dos problemas fundamentales de España son «el agua y el fuego». Ha recordado que el último informe de la Interpol para Naciones Unidas sitúa a este tipo de delitos como los terceros que producen «mayor beneficio ilícito» en el mundo: «Están las drogas, las falsificaciones, los delitos contra el medio ambiente y después el tráfico de seres humanos».

Los trabajos para proteger los animales y la naturaleza, la lucha contra la caza furtiva y los pozos de agua ilegales, y las acciones para conservar el bosque forman parte de las principales acciones que realiza el Seprona, que cuenta con 60 agentes en cada provincia y un total de 1.900 en toda España. Don Felipe se ha interesado por todos estos trabajos. Ha preguntado y repreguntado sin prisa, mientras disfrutaba de una mañana en el campo junto a la Guardia Civil.

«Que venga S.M. el Rey es un orgullo y un honor para todos. Nos lo hemos tomado muy en serio y está todo el centro muy motivado e ilusionado con su presencia», ha asegurado el coronel Serrano, al tiempo que ha señalado que para ellos «el medioambiente es casi una forma de vida».

Casi cuatro horas después, Don Felipe daba por finalizado su encuentro con el Seprona y sobrevolaba la Sierra de Gredos de vuelta a Madrid, feliz por haber tenido «la oportunidad de conocer de cerca la diversidad de capacidades y de medios» con los que cuenta esta división, incluidas las motocicletas eléctricas que acaban de estrenar. También volvió al Palacio de la Zarzuela con una bolsa que contenía una gorra y un libro que cuenta la historia del pueblo de Navacepeda. Además de una bolsa con judías de la zona y un cuaderno con dibujos de la visita que le regalaron un grupo de 70 niños de dos colegios rurales de la zona, que se encontraban de visita extraescolar en el refugio «El Mellizo».