Las razones de La Zarzuela para no explicar los motivos de la ausencia del Rey en Barcelona

Nada más conocerse la noticia, ABC preguntó a La Zarzuela los motivos de la suspensión de la asistencia del Rey en ese acto por primera vez en veinte años. Sin embargo, la Casa del Rey tampoco lo aclaró. Lo cierto es que La Zarzuela sólo da explicaciones de sus propias decisiones y cuando éstas dependen de terceros, deja que sean ellos mismos los que faciliten la información. Por lealtad institucional, la Corona nunca ha responsabilizado al Gobierno de ninguna decisión. Es más, ni siquiera ha hecho saber si la comparte o no.

Por ejemplo, cuando el Gobierno envió a los Reyes a Cuba en plenas elecciones generales en España y sin poder reunirse con la oposición cubana, pero sí con Raúl Castro, nunca se supo hasta qué punto Don Felipe estaba conforme con el viaje y con esas condiciones. Cumplió como un Rey constitucional, y punto, aunque después pudo hacer allí, ante el dictador cubano, la defensa más cerrada de la democracia y la libertad que se ha oído nunca en la isla durante el régimen comunista.

Desde que se restauró la democracia, la Corona nunca ha echado la culpa de ninguna decisión al Gobierno. Al contrario, a veces incluso Zarzuela ha echado un capote al presidente , como hizo el 12 de octubre de 2018, en la primera Fiesta Nacional de Sánchez como jefe del Ejecutivo. Cuando el presidente y su mujer, Begoña, cometieron un error protocolario y se quedaron a recibir a los invitados junto a los Reyes, la Casa del Rey llegó a hacer un comunicado en el que echaba un cable a Sánchez tras el bochorno del saludo.

En esta ocasión, La Zarzuela ha vuelto a actuar con ese mismo criterio: que cada uno explique sus decisiones . La opinión pública sabe que el Rey estaba dispuesto a presidir la entrega de los diplomas a los jueces, y que lo hacía encantado, porque así lo ha desvelado el Consejo General del Poder Judicial, organizador del acto, pero que después tuvo que cancelar su asistencia. Lógicamente, no se debía a un motivo de salud, puesto que el Rey ha asistido este miércoles a un acto y mañana acudirá a otro. Y tampoco, a problemas de agenda, pues se había reservado el viernes para viajar a Barcelona a entregar los diplomas.

Si el Rey quería, y podía ir, la cancelación de la asistencia solo podía deberse a una decisión ajena, y la única persona que puede prohibir al Rey asistir a un acto institucional es el presidente del Gobierno, ya que la Constitución establece que todos los actos del Rey deben estar refrendados por el Gobierno.

Casualmente, el contexto en el que se produce esta decisión también es relevante: el Gobierno ha empezado a negociar con los separatistas catalanes su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, y una vieja reivindicación de los separatistas es evitar que el Rey pise Cataluña . De hecho, cuando los Reyes hicieron antes del verano su gira por España, el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, les envió una carta en la que les pedía que no fueran a Cataluña con la excusa de las restricciones por el Covid. En aquella ocasión, los Reyes fueron y ganaron la batalla, pero ahora Sánchez se ha cambiado de bando y, de momento, han ganado los separatistas.

Algunas fuentes insinúan que el Gobierno ha tomado esta decisión por razones de seguridad, pero sería muy grave que el Ejecutivo no pudiera garantizar la integridad del Jefe del Estado en territorio español. Además, el Rey ya ha asumido ese riesgo en muchas ocasiones. Quizá la más extrema fue cuando acudió, en agosto de 2017, a la manifestación-trampa, supuestamente contra el terrorismo, pero que fue una encerrona separatista contra él. También en diciembre pasado se vivieron momentos muy tensos, y los Reyes no dudaron en viajar a Barcelona con sus hijas , la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, a la entrega de los premios Princesa de Girona. Como dijo su bisabuelo Alfonso XIII, tras el atentado de París, «son gajes del oficio».