El Juan Sebastián de Elcano abre su historia a Las Palmas antes de tomar rumbo a Brasil

96 años de historia viajan a bordo de este navío icónico, que será escenario de formación de las tripulaciones futuras de la Armada Española. El guardiamarina primero Santiago Cervera, de Cádiz, se ha embarcado en «una experiencia» que toma «con muchas ganas» en el tercer año de escuela «después de dos años y de un primer cu trimestre en tercero también bastante intenso». Decidido a «aprender mucho, formarme y disfrutar con mis compañeros y con la dotación del barco», le quedan por delante una decena de puertos y muchas horas de aprendizaje, al igual que al guardiamarina primero Adrián Palacios, de Cartagena, que se ha confesado «muy ilusionado». Como ha expresado, encara esta experiencia «con mucho orgullo» y que ha asegurado que «es un sueño». Su principal objetivo en esta travesía «es aprender mucho, compartir muchas experiencias con mis compañeros y sobre todo, formarme como militar« en lo que «de seguro será una travesía dura», especialmente en alta mar, pero en la que se ha mostrado convencido de que »entre todos lo llevaremos bien».

El capitán de navío y comandante del Juan Sebastián de Elcano, Luis Carreras-Presas do Campo, confía plenamente en las promesas de la Armada, a quienes ha recibido en este gran velero de cuatro mástiles que despuntan en el horizonte de la ciudad. La misión y función principal de este buque es «contribuir a la formación integral de los 82 guardiamarinas que hoy tenemos a bordo» que realizan un plan de estudios de cinco años en la escuela naval militar de la Marina, en la que se aborda la ingeniería de grado mecánico.

«Llevamos profesores del centro universitario de la Defensa a bordo, que les dan asignaturas de ingeniería mecánica, profesores militares que les dan formación naval específica» y que se enriquece con «el trabajo cotidiano a bordo». Como ha destacado que los guardiamarinas, entre los que hay 7 mujeres este año, «realizan una integración» con una dotación de profesionales de la Armada en una formación personal y social «de convivencia en un espacio reducido» y sobre todo, «en los valores que necesitan, la capacidad de tener compañerismo, honor, valor, disciplina y lealtad».

El buque escuela Juan Sebastián de Elcano partirá de Las Palmas hacia Fortaleza en Brasil, para después recalar en Santo Domingo en la República Dominicana, cruzar el canal de Panamá y visitar Manzanillo, en México. Desde México este buque escuela tomará rumbo a San Diego y navegará de nuevo hacia el sur, parando en Panamá, cruzando el estrecho de vuelta hacia el Caribe, con paro por el golfo de México a Nueva Orleans y Boston en Estados Unidos, para posteriormente adentrarse en el Atlántico hacia Londres (Reino Unido), desembarcará a sus guardiamarinas en Marín (Pontevedra) y terminará con el crucero en Cádiz en el mes de julio.

«Lo más importante» de este crucero es que no solo «es donde se dan entre 6 y 7 horas de clases teórica a diario» sino que supone una formación inmersiva y práctica con rotación en todas las áreas.

El capitán de navío ha expresado que esta parada con jornada de puertas abiertas en Las Palmas de Gran Canaria es «una maravilla» porque se trata de una ciudad que ha definido como «la vanguardia atlántica española». Canarias tiene una «profunda mirada al mar y unos intereses marítimos importantísimos», además de ser «un punto de referencia para los cruces oceánicos, no solo ahora para este buque escuela que siempre intenta parar en las islas Canarias, sino en el pasado, escenario de la visita de «los grandes navegantes que tenemos en España».

El barco conserva piezas de especial interés histórico y naval, que son parte de los tesoros que han recorrido mundo durante casi un siglo con el Juan Sebastián de Elcano. El escudo de armas de Elcano, entregado a la familia por el emperador Carlos I, descansa junto a un globo terráqueo y bajo el lema «Primus Circumdedisti Me (Fuiste el primero en circunnavegarme)» en latín, que se muestra con orgullo en su cubierta.