Drones para sanar Tenerife: «Parece que cayó una bomba atómica»

«Este incendio me ha vuelto a reafirmar en la necesidad de que, como ocurrió en La Palma en la erupción y un reciente incendio en esa isla, la población evacuada por catástrofes naturales pueda disponer de un servicio público gratuito de imágenes de dron, actualizadas cada ciertas horas, para que estas personas puedan estar informadas en todo momento sobre la situación de sus propiedades», ha explicado.

Las imágenes aéreas en 360 grados a petición de cientos de familias evacuadas llegaron a ser más de 13.000 las personas desalojadas de sus hogares en el incendio, y en La Palma 7.000.

A su juicio, la tecnología actual permite dar este servicio público y así ayudar a personas afectadas por desalojos por circunstancias catastróficas, y a población en general, «para que la incertidumbre no les genere aún más estrés y sean los primeros en conocer el estado de sus propiedades, por respeto a sus derechos, y no que se enteren si se han salvado o no por los medios de comunicación, además de informar también, visualmente, a la población en general, lo que contribuye a que no se propaguen bulos sobre situación de una emergencia».

En un símil con el mundo sanitario, afirmó que «los cirujanos son los que operan y salvan vidas, pero después el paciente necesita enfermeros, medicación.. hacerle un seguimiento, hacer que sientan menos estrés manteniéndolos informados, y ahí en donde en las catástrofes pueden participar los psicólogos, los rescatistas de animales, los pilotos de drones haciendo que esos momentos sean menos dolorosos».

Se puede ayudar haciendo fotos en 360 grados, «muy útiles para conocer la situación de una emergencia de este tipo». En La Palma y de forma altruista, «la gente evacuada nos pedía esas imágenes, se sentían mejor sabiendo lo que ocurría con sus propiedades; y es que durante la erupción ese aspecto no se tuvo en cuenta, los desalojados no tenían esa información». También en los incendios, asegura que coordinar los vuelos de drones con los de otras aeronaves, como hidroaviones y helicópteros, es «perfectamente viable mediante labores normales de control aéreo».

«Este incendio ha sido muy sobrecogedor», confiesa Escalero, «y me ha impresionado ver Izaña totalmente negra, con las retamas quemadas, y zonas del pinar por donde parece que cayó una bomba atómica«.

Reconoce que le hubiera gustado volar en horas con mejores condiciones de luz, ya que solo se le autorizó el vuelo de drones en la cumbre cerca ya del anochecer, pero aún así cree que sus imágenes son ilustrativas de lo que ha ocurrido en la cumbre tinerfeña. Agradece por ello esta autorización a la consejera de Transición Ecológica, Nieves Lady; la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, y el director insular del Medio Natural, Pedro Millán.

Como vecino de uno de los municipios afectados por el fuego en Tenerife, Escalero recuerda la evacuación masiva, la incertidumbre, las dimensiones de la catástrofe, la movilización de efectivos de emergencia en este incendio. Ante emergencias como la de este incendio como sociedad no debemos caer en la «autocomplacencia, porque se debe aprender de estas situaciones».

«Debemos hacer más autocrítica no solo desde las instituciones públicas sino como sociedad poder mejorar aquellos aspectos en que es posible avanzar, como por ejemplo en la comunicación a tiempo real sobre la situación de un incendio; algo que debemos hacer con naturalidad para sacar lecciones de situaciones extremas como esta y así afrontar aún mejor la siguiente», reflexiona Escalero.

«En las catástrofes hay un aspecto ético que no todo el mundo tiene, y en nuestro caso estas imágenes no son para hacer negocio, sino para contribuir a que la sociedad esté más informada», enfatiza el fotógrafo. «Las catástrofes permiten conocer la verdadera dimensión solidaria o egoísta de cada ser humano; y nosotros nunca hemos dudado de en qué lado debemos estar».