El asesinato de Romina Celeste ya tiene fecha de juicio, 4 años después

El marido de la joven paraguaya Romina Celeste Núñez se encuentra actualmente en libertad desde el pasado mes de enero tras cuatro años de prisión preventiva (el tope legal) y se enfrenta a una solicitud de condena más de 20 años de cárcel por maltratar y matar a su mujer.. Está acusado de haberla matado en enero de 2019 y de hber tratado de hacer desaparecer sus restos, quemándolos y arrojándolos al mar.

Se le atribuyen seis delitos, como homicidio, maltrato habitual, lesiones (en este caso dos), profanación de cadáver y simulación de delito. Romina Celeste había denunciado malos tratos anteriormente, e incluso dos días antes de su muerte acudió a urgencias con lesiones compatibles con una paliza.

En un auto difundido por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias pone fin a la espera de este juicio, entre otras causas de demora por la huelga de letrados de los últimos meses. El Instituto Canario de Igualdad (ICI) ve el homicidio como asesinato, y se plantea como acusación popular con los mismos delitos.

Por su parte, la defensa de Raúl D.C. solo considera el delito de profanación de cadáver, ya que de acuerdo al testimonio del acusado, él no la mató, sino que la encontró ya muerta en la bañera de la casa que compartían, y con su voluntad afectada por el alcohol y la cocaína, sufrió un 'shock' y un cuadro de delirio que le llevó a tratar de deshacerse del cadáver por miedo a que le atribuyesen su muerte, al haber sido denunciado por ella por malos tratos.

Las acusaciones defienden que Raúl D.C. trató de que amigos y familiares creyeran que su mujer se había marchado de casa tras una discusión e incluso denunció su desaparición a la Guardia Civil. De la misma forma, alegan que consideraba a su esposa un ser inferior en el que podía desatar su rabia y «ello por ser joven, extranjera y sin recursos que ejercía la prostitución para mantenerse económicamente». Además, según la Fiscalía y el Instituto de Igualdad, durante la relación que mantuvieron, el acusado agredió a su pareja y la trató con menosprecio.

Ya en agosto de 2018, estando ambos alojados en un hotel, el acusado la golpeó, y también lo hizo en los días previos al fallecimiento de la joven, entre el 27 y 29 de diciembre de ese año. Su marido y único sospechoso le volvió a pegar, provocándole lesiones que la llevaron a urgencias. No pudo ser atendida por un médico ni se activó el protocolo de violencia de género porque su marido y presunto asesino se presentó en el centro sanitario y se la llevó. También en agosto de ese año la había golpeado en un hotel de Arrecife.

Esto significa que apenas 48 horas antes del asesinato golpeó brutalmente a Romina hasta llevarla a urgencias del hospital con lesiones. 

Ya en la madrugada del 1 de enero de 2019, el acusado golpeó de nuevo a su mujer y la mató, de acuerdo al Instituto de Igualdad de forma sorpresiva, limitando su defensa e incrementando su sufrimiento y dolor, lo que le lleva a elevar a los cargos a asesinato.

Su marido, ingeniero industrial, de 44 años, declaró tras ser detenido que volvió a casa la noche de Año Nuevo tras consumir drogas y la encontró muerta. Se asustó, descuartizó el cuerpo y quemó al menos una parte en la barbacoa que tenían en el jardín. Los vecinos, alarmados por el hedor y las llamas, se presentaron en la casa y él, con total tranquilidad, les contó que estaba haciendo un asado. Empleó dos días en meter las partes del cuerpo que no pudo quemar en bolsas de basura y arrojarlas al mar en Costa Teguise, primero una parte en la zona de Los Ancones, y después otra en la de Los Hervideros, para lo que alquiló un vehículo el 3 de enero.

Una semana después, tras las insistentes llamadas de la madre de Romina, se presentó en el cuartel de la Guardia Civil y denunció la desaparición de su mujer en un intento de despejarse el camino. El marido de Romina Celeste fue detenido el día 13 de enero de 2019 y tras su puesta en libertad cambió su residencia a Madrid, donde tiene la obligación de presentarse ante un juzgado semanalmente desde que salió de la cárcel de Tahíche, en Lanzarote