El calentamiento de los océanos en Canarias se estudiará desde dentro y a bordo de una tortuga

Se trata de un ejemplar de tortuga boba (Caretta caretta), que en su regreso al mar cumplirá una función crucial para el planeta. Ayer, 9 de agosto, Chofe volvió al mar en la Playa de Cofete, en Fuerteventura, dentro de un marco de un proyecto creado para para recabar datos científicos sobre la temperatura de los océanos.

Esta es una colaboración entre Loro Parque Fundación, organismos públicos, empresas privadas, asociaciones medioambientales y grupos de investigación va a permitir mejorar los conocimientos y la conservación de una especie amenazada como la tortuga común o boba, así como obtener datos oceanográficos muy relevantes para estudiar los efectos del cambio climático en las aguas macaronésicas.

El dispositivo de seguimiento satelital que lleva Chofe ha sido financiado por Loro Parque Fundación, y este aparato de alta tecnología permitirá conocer la posición del animal en el océano durante los próximos meses y su adaptación al medio natural.

Además, el dispositivo permitirá obtener información sobre la estructura de temperaturas en el océano, midiendo como varía la temperatura en los buceos que la tortuga realiza para alimentarse, y transmitiendo la información por satélite.

Chofe nació hace 15 años, después de que se translocara su huevo desde la isla de Boa Vista (Cabo Verde) en el marco del 'Programa de ampliación del hábitat reproductor de la tortuga boba en la Macaronesia'.

Este ejemplar se ha mantenido y criado en las instalaciones del Cabildo Insular de Fuerteventura (Centro de recuperación y conservación de tortugas marinas de Morro Jable, Consejería de Medio Ambiente), y la monitorización oceanográfica y ecológica será realizada por la asociación ADS Biodiversidad (experta en tortugas marinas) y el grupo de investigación OFyGA (Oceanografía física y Geofísica Aplicada) del IU Ecoaqua de la ULPGC.