Artiles, el astuto embajador canario de Negrín en Suiza durante la Guerra Civil

Fue director de la Oficina Comercial de España en Suiza. Tras escapar de España, fue profesor de la Universidad de Illinois y destacado miembro de la masonería cubana y norteamericana

Puerto de La Habana en 1942 ABC

José L. Jiménez

03/08/2018
Actualizado 15/05/2019 a las 06:48h.

Jenaro Artiles es uno de los nombres menos conocidos en España de la geografía del poder durante la Guerra Civil. N acido en noviembre de 1897 en Canarias, fue una de las personas de confianza de Juan Negrín en Madrid, también canario. En 1942 ... el PSOE lo nombró líder del partido en Cuba.

Procedente de Juncalillo, Gáldar, tras concluir sus estudios en la capital grancanaria, en 1922 terminó en Madrid un doctorado en Filosofía y Letras. Se convirtió en responsable técnico de la biblioteca del Ateneo Científico y Literario de Madrid. En 1934 fue elegido diputado del PSOE por Ávila. Sería una persona de la máxima confianza de Juan Negrín y Ramón Lamoneda en Suiza y México.

Precisamente, a Ramón Lamoneda le mandó una carta en 1937, que se conserva la Fundación Pablo Iglesias, donde le pide el cese en Berna por las «difamaciones» de algún dirigente del PSOE había lanzado. En esa misiva indica que si el partido le pide ser «francotirador», regresaría a España sin problemas de forma inmediata.

Tensión

Y es que este militante del PSOE en 1935 se estableció en Berna donde gestionaba intereses de la diplomacia económica de la República en aquel periodo. En Suiza tuvo acceso a todos los datos y tráfico de materiales y mercancías que entra y salían de España en la Guerra Civil. Y de las divisas. Con la victoria de Franco en 1939, se estableció en Cienfuegos (Cuba) con su mujer y dos hijos.

En España tuvo también otras acusaciones tras 1940. Una de ellas, la de hacer desaparecer los libros sacramentales de varias parroquias de Madrid. Pudo aclarar que se encontraban en un sótano del Archivo Municipal de Madrid por la Guerra Civil. Nunca se dijo nada sobre sus conocimientos sobre movimientos financieros de España en Suiza en los momentos críticos de la Guerra Civil.

Pero en Madrid no le creían y se pidió su repatriación a España desde Cuba. Al borde de la escalerilla del barco que le trasladaba a la Península, a punto de embarcar, los prácticos hicieron una maniobra de carácter sindical. El barco no salió. Eso le permitió que su vida tuviera . Lo cuenta muy bien Agustín Millares Carló , que destacaba que era un tipo «muy inteligente» y «auténticamente canario como el gofio». Emplea un buque para marcharse a México.

Regresó en vida a Canarias durante la dictadura como profesor de una universidad norteamericana

Dada su actividad política contra Franco en Cuba con el PSOE, creía que en Madrid lo iban a fusilar. Los obreros del puerto se inventaron una accidente con el embarque que impidió salir al barco.

Hay un detalle. Con el tiempo, pudo regresar Canarias y eso fue en 1973. Fue para participar en un congreso sobre Galdós. En Estados Unidos hizo investigaciones sobre historia y literatura. Dedicó tiempo a estudiar la obra de Tomás Morales y a Valle Inclán.

En abril de 1947 llegó a Estados Unidos. Allí dirigió la Biblioteca Wetminster College-Fulton Missouri en San Luis. Se jubiló en este centro universitario. Dio clases de español en la Universidad de Illinois y colaboró en revistas como Hispanic American Historial, Review, Book Abroad, Hispania, Revista de Estudios Hispánicos y El Museo Canario. Falleció en San Louis en 1976.