Beatriz Morales - Islas al Gusto
Sol carnavalero
El astro anda envidioso de nuestras costumbres
Beatriz Morales Fernández
Las nubes tornaron su color grisáceo a un dorado mañanero. El sol, travieso y curioso, atravesó el cielo para inundar de colores las edificaciones y carreteras húmedas por la lluvia. El azul añil pintaba las pupilas de los madrugadores que miraban hacia arriba y buscaban ... la plenitud azulada y solar que daba este tiempo cambiante, mojado y paradójico: pesado en los eventos al aire libre y los paseos interrumpidos, pero bello en el rocío de las gotas.
Febrero siempre ha sido un mes ideal para las celebraciones. Los disfraces suelen aliviar las temperaturas invernales y las fiestas alegran a la estación más apática para quienes sienten el pleno paraíso canario en las playas de arena blanca y mar transparente. Ahora le ha tocado al sol pues, envidioso de nuestras costumbres y risas cómplices envueltas en bailes amigables, ha decidido salirse de su cueva y nos ha dado una tregua para sentir el ritmo de nuestra gente y disfrutar de un carnaval que se hace de rogar pero que, cuando toque, hará retumbar la tierra insular.
Sol carnavalero
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