Feijoó anima a dar la «última estocada» en el 23-J y de paso quitar a Sánchez del PSOE

Sin hacer ninguna alusión directa a las negociaciones que el PP tiene sobre la mesa en varios territorios, entre ellos Baleares, el líder nacional celebró que las Islas se «tiñeran» de azul el pasado 28 de mayo -el PP balear suma más diputados que toda la izquierda-, y animó a los ciudadanos a dar «la última estocada» en las elecciones generales.

Con la vista puesta en el 23-J, Feijóo visitó Palma este jueves para asistir a la Junta Directiva del partido en Baleares, donde felicitó al equipo de la líder balear Marga Prohens por su «magnífico trabajo» en las elecciones municipales y autonómicas del 28-M y por poner fin al «sanchismo» en las Islas, en referencia a la derrota del tripartito de izquierdas liderado por la socialista Francina Armengol. «Espero que la próxima vez que vuelva me llaméis presidente», deseó un Feijoó optimista, que asegura que el PP está viviendo «un momento histórico».

El dirigente popular volvió a lanzar su propuesta de que gane la lista más votada -«yo no quiero ser presidente si no gano», reiteró- y reprochó que en los pasados comicios «nadie del PSOE haya felicitado al partido ganador».

«No envidio la estrategia de Sánchez», reconoció el presidente del PP, que acusó el presidente del Gobierno de «aprovechar los últimos días para seguir apropiándose de las instituciones» y de su «nula capacidad de autocrítica», en clara alusión a la exministra de Justicia y exfiscal general del Estado, Dolores Delgado.

También apuntó a la falta de autocrítica. «Cuando alguien dentro del PSOE dice 'algo habremos hecho mal', a ésos los llaman tontos útiles de la derecha. La respuesta del sanchismo siempre es insultar a los que han ganado, a su partido y a sus votantes», sentenció Feijoó, que no duda de que «después de la forma tan clara y nítida en que ha hablado España, el resultado de las generales será todavía peor para el PSOE porque no se puede hacer peor».

«Si ganamos las elecciones, le haremos un favor, ya que podrá cambiar al secretario general y le irá mejor al PSOE», lanzó el líder de los populares, que acusó a los socialistas de premiar en las listas «a los que han perdido las elecciones municipales y autonómicas», en alusión a Armengol, entre otros.

También censuró las polémicas declaraciones del delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, este jueves. «Decir que Bildu ha hecho más por España [que todos los patrioteros de pulsera juntos] es algo que lo inhabilita para ser alto cargo del gobierno de España».

Feijóo pidió responsabilidad a los dirigentes autonómicos de su partido populares aunque dibujó un panorama económico preocupante para España, a pesar de que «la legión de asesores de Moncloa se hayan inventado un eslogan para decir que la economía va como una moto».

También abundó en la herencia recibida: «Somos más pobres que en 2019 y de cada cuatro parados en Europa uno es español, tenemos el doble de paro que el UE, nuestra renta per cápita está peor que en 2015, más de un cuarto de españoles está en riesgo de pobreza, vivimos el episodio de mayor incremento de precios en los últimos 40 años y nunca los españoles hemos pagado tantos impuestos como ahora«, resumió.

Aun así, el líder del PP auguró un nuevo ciclo de «esperanza e ilusión», que se consumará a partir del 23 de julio en el que se compromete a «no seguir endeudando a nuestros hijos y nietos» y resolver los problemas de los ciudadanos. «Mi objetivo sigue siendo superar la política de bloques, aunar a la sociedad y que gobierne quien haya ganado las elecciones; no tiene ni trampa ni cartón«, concluyó Feijóo, vaticinando que la próxima vez que vuelva a Palma ya podrá llamar «presidenta» a Prohens.

La presidenta del PP balear, destacó la «responsabilidad y obligación» de su partido de «llevar a Feijóo a la Moncloa». «Antes de lo previsto, sí, pero mucho mejor», dijo la 'popular', lanzando «la cuenta atrás para que Feijoó sea el presidente de todos los españoles».

Durante su discurso, Prohens reconoció que ha mantenido una ronda de contactos con todos los partidos, menos con Unidas Podemos, cuya única diputada «no quiso asistir», y que sólo Vox -además de Sa Unió, la marca de los populares en Formentera- les tendió la mano para negociar.

«El acuerdo no es sólo necesario, sino que es posible. Dijimos que seríamos respetuosos con los votantes de todos los partidos, y el principal punto de acuerdo entre los votantes de ambas formaciones -PP y Vox- es la necesidad imperiosa de cambio en las políticas e instituciones de Baleares», recordó Prohens, que pidió «confianza y paciencia» para llegar a un acuerdo de investidura.

La líder autonómica de los populares sigue firme en su intención de formar un gobierno en solitario y aplicar como primera medida una amplia bajada de impuestos y la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones.

A Prohens le preocupa el «caos» que está dejando el actual Govern en funciones «en la sanidad pública, en los fondos europeos o en las ayudas de rehabilitación». «Son unos irresponsables. Esto de que iban a seguir gobernando hasta el último momento era una mentira más», lamentó.