Una pirómana de 62 años, al banquillo por matar a ocho ancianos

La acusada se enfrentará, como mínimo, a la imputación de ocho delitos por homicidio, doce de lesiones y otro más por daños . Como mínimo, porque no se descarta que esas acusaciones se eleven: los letrados de algunos de los fallecidos podrían elevar a delito de asesinato la muerte de los afectados. Además, está por conocerse si alguno de los cinco ancianos heridos que han fallecido tras el incendio pudieran haber muerto como consecuencia de las lesiones sufridas.

María del Carmen A. S. había discutido con su hijo poco antes de que se produjeran los hechos. Cogió un mechero y prendió fuego a un colchón. Luego se sentó en el balancín del jardín exterior de la residencia para ver cómo ardía.

El juez que instruye el caso también ha decidido que el Gobierno aragonés y el Ayuntamiento de Zaragoza sean declarados responsables civiles subsidiarios frente a las cuantiosas indemnizaciones que se fijen para las familias de los ancianos fallecidos. La residencia de ancianos Santa Fe era privada, pero estas administraciones eran las responsables de controlar su funcionamiento. El propio Gobierno aragonés reconoció que no estaba en orden ese geriátrico, entre otras cosas por carecer de permisos administrativos al día.

La instrucción judicial del caso todavía no ha concluido y, por tanto, se desconoce aún cuándo se abrirá la vista oral en la que la acusada será juzgada por un jurado popular.