Operación policial en la cárcel de Daroca contra las redes yihadistas de reclutamiento

La investigación ha sido desarrollada por agentes de la Comisaría General de Información y de la Brigada Provincial de Información de Zaragoza, con la colaboración de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y de la Dirección General de Vigilancia Territorial del Gobierno marroquí. La operación ha sido coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 2.

Según han informado fuentes oficiales, la investigación se ha prolongado durante varios meses y ha permitido confirmar que este preso «se dedicaba a captar y radicalizar en el ideario yihadista a otros presos» .

«Los agentes pudieron constatar cómo este individuo, extremadamente radicalizado, dedicaba gran parte de su tiempo en prisión a captar y radicalizar a otros presos», han indicado las mismas fuentes. Sus prácticas incluían un «control férreo» de los adeptos a los que captaba, a los que impedía que mantuvieron contacto con reclusos ajenos al fundamentalismo islámico. Elegía previamente a los presos a los que adoctrinaba, seleccionando a aquellos en los que veía mejores condiciones para seguir su adoctrinamiento.

Los agentes también comprobaron que el acusado incitaba a sus seguidores a que agredieran a otros presos que consideraba enemigos, y había lanzado amenazas directas contra autoridades judiciales.

Por sus prácticas de reclutamiento en prisión, este recluso ha sido imputado ahora por los delitos de adoctrinamiento y colaboración con organización terrorista. Según los investigadores, su objetivo era crear un grupo yihadista estable.

Las mismas fuentes han explicado que la detección de este foco de radicalización ha sido posible gracias a los dispositivos de detección temprana y prevención del yihadismo en centros penitenciarios. Una de las estrategias antiterroristas de la Policía Nacional se centra precisamente en entornos penitenciarios, «para detectar y neutralizar a aquellos sujetos afines a los postulados radicales y que tengan como objetivo captar y adoctrinar a otros reclusos dentro de la estrategia definida por las organizaciones yihadistas». Para ello hay establecidos dispositivos de «estrecha colaboración» entre Instituciones Ponitenciarias y las fuerzas de seguridad del Estado.