Diez claves sobre el presente y el futuro del regadío en Córdoba

Pasado, presente y futuro de la agricultura de regadío en la provincia de Córdoba pusieron ayer sobre las mesa la situación de los cultivos tras las últimas transformaciones que ha sufrido el campo cordobés, cada vez más enfocado a la exportación como vía de negocio. Una búsqueda de rentabilidad que tiene mucho que ver con la necesidad de ampliar la tan demandada superficie de regadío . Según los datos aportados por la Consejería, la superficie agrícola de regadío en la provincia de Córdoba asciende a 116.625 hectáreas, alrededor de un 14% del total, que suma 836.933 hectáreas.

Los bajos precios de cultivos de secano como el girasol o el cereal, con precios similares a los de hace décadas, o la eliminación del riego en las cosechas de maíz o algodón llevan a los agricultores a defender la producción de otros más rentables como el almendro o el olivo. A tenor de las solicitudes de los agricultores en la PAC 2016, los cultivos principales en tierra arable regada son el trigo duro, con 14.992 hectáreas; el girasol con 6.442; el algodón con 4.998, el maíz con 4.089, el trigo blando con 2.245 y el ajo con 1.895 hectáreas.

En su intervención, Carmen Gutiérrez, socia directora de Gutiérrez Labrador Abogados, insistió en la necesidad de «erradicar la visión social del agricultor subvencionado o tradicional, puesto que hemos sido innovadores y rompedores». Entre los grandes objetivos del sector debe estar «lograr que la Administración -que hasta ahora no nos ha mimado ni tratado bien- reconozca el gran aporte económico y social de la agricultura ».

Entre otras propuestas, en su intervención en la mesa redonda, el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de la Margen Izquierda de Río Bembézar, Fernando Alcaraz Troya, apostó por «una red de tuberías para aprovechar el agua de correntías durante el invierno o por hacer pantanos ». Por su parte, el presidente de Asaja Córdoba , Ignacio Fernández de Mesa, cree importante fomentar «técnicas de ahorro de agua, con sistemas de riego que permitan regar con un agua muy controlada, ya sea en el arbolado como en cultivos como el algodón o el maíz». Aprovechar para riego el agua de los municipios que cuenten con embalses , la posibilidad de conceder algún beneficio a los agricultores que no gasten en un año el agua concedida o la unión de todos los agentes de la provincia de cara al exterior, fueron algunos de los apuntes recogidos en las conclusiones de este foro.

La agricultura precisa de respuestas rápidas y seguridad jurídica . Los representantes del sector lamentaron «la lentitud de la burocracia» en un proceso de constante cambio. Solicitaron la posibilidad de «cambiar el agua concedida a otras localizaciones para la cosecha de otros cultivos, así como un control de los contadores para conocer el consumo real del agua». Teodoro Fernández Bejarano, ingeniero técnico especializado en concesiones de regadío, fue uno de los más contundentes de la mesa redonda al calificar de «pésimo» el funcionamiento de la Administración en materia de concesión de regadío con expedientes que tardan en resolverse hasta más de 30 años .

En relación al uso de las aguas pluviales, el especialista en concesión de regadíos denunció «las restricciones absolutas » y «pidió una legislación» sobre las mismas. En opinión de Fernández, los planes hidrológicos «no son claros para los ciudadanos».

En otro orden de cosas, José Luis Fernández García, presidente de la Asociación de Regantes de Toma Directa del Guadalquivir en Córdoba, recordó que «los regantes privados no tenemos ayudas para la modernización , lo que hacemos lo hacemos con nuestro dinero» y denunció el «alto precio de la energía que pagamos en términos de potencia, porque pagamos en la mayoría de los casos por energía que no consumimos».

El agua de riego en la provincia de Córdoba procede en un 89% de superficie de embalses, ríos o arroyos , entre otros, y en un 11%, del subsuelo . Son minoritarios los riegos con aguas residuales.

El principal uso en la provincia es el de tierra arable - herbáceos - con 59.618 hectáreas, seguido del olivar, con 42.312, y los cítricos , con 11.201. Tras ellos se encontrarían los frutales, con 1.446, las huertas con 1.055 y los frutales de cáscara con 455 hectáreas. Finalmente, a tenor de las solicitudes de los agricultores en la PAC 2016, los cultivos principales en tierra arable regada son el trigo duro , con 14.992 hectáreas; el girasol con 6.442; el algodón con 4.998, el maíz con 4.089, el trigo blando con 2.245 y el ajo con 1.895 hectáreas.

El término municipal con mayor superficie de regadío es Santaella , con 16.127 hectáreas, seguido por la capital, con 16.107. A continuación se encuentran Hornachuelos , con 10.477 y Palma del Río con 10.439 hectáreas, además de Puente Genil con 5.545, Almodóvar del Río con 5.509 y Posadas con 5.098 hectáreas.