CiU reedita el «cordón sanitario» contra el PP por defender el castellano

Así, estas dos formaciones podrían verse enfrentadas en los próximos días a la solemnización de un «frente catalán en defensa de la inmersión» en la Cámara autonómica. Un pacto con el que se pretende dejar bien clara la línea que separa a los partidos que defienden el catalán, según los parámetros de los nacionalistas, y quienes abogan por que la Generalitat acate las sentencias del Tribunal Supremo (TS) y cumpla la interlocutoria dictada el pasado viernes por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Solidaritat, (SI) el partido independentista liderado por Alfons López Tena, lanzó ayer la propuesta en la Junta de Portavoces, y dado que no se puede aprobar una declaración institucional, porque ello requiere la unanimidad de las fuerzas con representación parlamentaria, han optado por una declaración de la Junta de Portavoces que ya cuenta con el respaldo de ERC, PSC y probablemente ICV. Así, mientras CiU hace equilibrios para condenar la actitud a su entender beligerante del PP sin cerrarse la puerta a futuros apoyos populares a sus cuentas, los grupos minoritarios —con el apoyo del PSC— presionan al gobierno nacionalista de Artur Mas para que rompa esos puentes, lo que les llevaría a depender del PSC o la suma de ERC y Joan Laporta para aprobar las próximas cuentas catalanas.

En esta tesitura, el propio Laporta mostró el camino más directo a la ruptura al retar a CiU a que presente una moción de censura contra el alcalde popular de Badalona, tercera ciudad en población de Cataluña y nuevo bastión del PP en esta comunidad. «Basta de amenzas estériles», clamó el ex presidente del Barça ; «si CiU quiere construir una mayoría catalanista en el Parlamento autonómico contará con mi voto para pactar los presupuestos con Esquerra». Los republicanos, por su parte, protagonizaron una concentración ante el TSJC de rechazo a la orden judicial.

López Tena, por su parte, recordó que la sentencia del TS es clara y obliga a la Generalitat a reintroducir el castellano, análisis en el que coincidió con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Uno y otro aseguraron que el recurso jurídico que prepara el Govern no tiene futuro, aunque difieren en la respuesta. Para SI la única salida es la insumisión, mientras Rivera insistió una vez más en reclamar a la Generalitat que acate la sentencia. Para ello, C's registró la petición de comparecencia de la consejera de Educación, Irene Rigau, con el objetivo de que «explique las medidas que tomará su departamento para dar cumplimiento a la interlocutoria del TSJC» .

Pero la Generalitat ha dejado claro que no piensa aplicar ningún tipo de medida. El gobierno catalán insiste en su negativa a cumplir las sentencias judiciales «porque hay suficientes argumentos jurídicos y de país», según dijo el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, quien asegura que los miembros del Ejecutivo que preside Artur Mas se sienten «muy fuertes» y, por tanto, «no nos moveremos».

Homs abundó en los símiles bélicos para asegurar quela pretensión del TSJC de hacer cumplir las sentencias que garantizan el bilingüismo supone traspasar «una línea roja». Advirtió de que si el PP pretende presionar a CiU en este sentido «serán ellos quienes rompan» la entente que actualmente mantienen en el Parlamento autonómico. « Si CiU quiere pactar los presupuestos con quienes nos han conducido a la ruina puede hacerlo , está en su derecho, pero no creo que los catalanes lo entiendan», fue la respuesta de la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho.