El Gobierno prohibirá a Mas endeudarse hasta que corrija el déficit que dejó Montilla
La Generalitat recuerda a Zapatero que él es responsable del «agujero» y CiU pide que los recortes los aplique en autonomías «del furgón de cola»
Y. GÓMEZ/ M. J. CAÑIZARES
Primer gran choque entre la Generalitat liderada por CiU y el Gobierno central, con el debate del modelo de Estado como telón de fondo. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, adelantó ayer que el Ejecutivo prohibirá las nuevas emisiones de deuda a Cataluña ... y a todas las comunidades que superen los límites del déficit público —como ya ha hecho con Castilla-La Mancha y Murcia—, hasta que pongan encima de la mesa un plan de saneamiento y éste empiece a dar resultados. En todo caso, el número dos de Hacienda apuntaba que habrá que esperar al cierre del ejercicio y a comprobar que, como ha avanzado la Generalitat, el agujero catalán superará ampliamente el límite del 2,4% del PIB regional fijado para todas y cada una de las comunidades autónomas.
Ocaña corroboraba así las palabras de Rodríguez Zapatero que en una entrevista al «Financial Times» aseguraba que actuará contra las regiones que no recorten el gasto público. «No ha lanzado ninguna amenaza a las comunidades», apuntó el secretario de Estado, sólo ha recordado que el Gobierno puede limitar sus emisiones de deuda para «poner disciplina» en materia de reducción del déficit. Y eso no significa que se vayan a tocar competencias. Estas declaraciones, que Ocaña realizaba a los periodistas tras intervenir en unas jornadas sobre las Novedades Fiscales para 2011, organizadas por la APD, y en las que advertía que todavía nos quedan dos años de ajustes, sirvieron para echar más leña al fuego desatado en el nuevo Ejecutivo de la Generalitat, que cree que ahora tendrá que cargar con los platos rotos de un agujero generado por el gobierno de Montilla, con la aquiescencia del de Zapatero.
En este sentido, la Generalitat confía en que las palabras de Ocaña se ciñan al terreno declarativo, propio de una precampaña electoral en la que la reordenación autonómica será asunto estrella. Pero de cumplirse las advertencias del PSOE, el Gobierno de Mas alerta de un posible efecto bumerán, pues según recordó el portavoz de su Ejecutivo, Francesc Homs, los socialistas son responsables el déficit de Cataluña, que contó con el beneplácito del Ejecutivo central.
Que recorten a otros
A finales de enero está previsto que la Generalitat presente su plan de estabilidad financiera. El ejecutivo de Mas confía en poder demostrar la viabilidad de las cuentas catalanas, que arrastran un déficit de 7.800 millones, demostrando una fuerte contención del gasto y posibilidades de crédito. Lo contrario, advierten fuentes del Gobierno autonómico, sería catastrófico, no sólo para Cataluña, sino también para España ya que, en la línea de las manifestaciones del número dos de CDC, Oriol Pujol, la comunidad catalana es la locomotora autonómica, por lo que los recortes, dice, deberían aplicarse a las autonomías que están «en el vagón de cola».
Los nacionalistas temen que PP y PSOE se embarquen en un proyecto de «involución autonómica» que, como excusa, invoque la deuda. Homs asegura que la Generalitat está preparada para «aguantar estas embestidas» y mantiene el horizonte de 2012, fecha en la que se prevé el cambio de legislatura español, para reclamar un pacto fiscal similar al que tienen País Vasco y Navarra. No lo reclamarán antes porque «en este momento de debilidad financiera, alguien podría tener la tentación de negociar a la baja». Para el Ejecutivo de Mas, dijo un portavoz, la prioridad es lograr la estabilidad económica y reivindicar el traspaso del aeropuerto de El Prat. Estas son las dos misiones encomendadas a Durán Lleida, quien asistió excepcionalmente a la reunión del Gobierno catalán en calidad de presidente de la parte catalana de las comisiones mixtas Generalitat-Estado.
Durán, que habla «frecuentemente» con Zapatero, reconocen a ABC fuentes gubernamentales y de CiU, está a la espera de verse con el jefe del Ejecutivo «en próximas semanas» para plantearle las propuestas de la Generalitat. No obstante, Moncloa ya advierte que «como ocurrió con la deuda del Ayuntamiento de Madrid, ahora los recortes autonómicos son para todos. No se pueden hacer excepciones», informa G.Sanz.
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