Villarejo afronta su primer juicio con Corinna Larsen como aliada

El juicio, desde el punto de vista penal, no tiene demasiada complicación. La Fiscalía acusa a Villarejo de haber difamado a Sanz Roldán durante la entrevista que concedió a «LaSexta» meses antes de entrar en prisión. Además, pide un año de cárcel por denuncia falsa, ya que impulsó acciones reiteradamente para relacionar con la inteligencia española la publicación de una imagen suya en prensa. En total, afronta dos años de condena.

Es la primera acusación la que ha elevado la dimensión mediática de este juicio hasta el punto de que el juez ha ordenado que se retransmita en directo por internet para garantizar el derecho a la información, tal y como adelantó este diario.

En la mencionada entrevista, Villarejo afirmó que el jefe de la inteligencia española había amenazado a Corinna Larsen y emprendido maniobras oscuras contra ella. Pasarían varios meses hasta la filtración en julio de 2018 de las cintas que grabó el comisario cuando, en 2015, la germano danesa le relató lo sucedido, destapándose así el origen de aquellas aseveraciones.

La propia Corinna Larsen se hizo cargo de ellas. Durante la instrucción, movió ficha en favor del comisario enviando una testifical por escrito al juzgado en la que aseguraba que las amenazas fueron reales y que Sanz Roldán las había perpetrado en interés de Don Juan Carlos. Esa es la línea que defenderá en el juicio y la razón de su citación como testigo.

No obstante, tanto la Fiscalía como el propio CNI han mantenido la acusación contra Villarejo, pues dio por buenas esas afirmaciones al reproducirlas en televisión sin tener más avales que la palabra de Larsen y, en todo caso, la veracidad de las mismas no es objeto del procedimiento : no se está enjuiciando si se produjeron o no.

En la sesión de este viernes, Sanz Roldán podrá dar su versión de lo sucedido. Es testigo a petición de la Fiscalía y tiene obligación de decir verdad y contestar a las partes, incluida la defensa de Villarejo, si bien puede abstenerse en todo aquello que afecte a la seguridad del Estado o la Corona. El interrogatorio es una cuestión delicada: ya es conocida la guerra declarada del comisario al anterior jefe de la Inteligencia, a quien denomina «el Troll».

Villarejo siempre ha sostenido que en su día se entrevistó con Corinna Larsen por orden de Félix Sanz Roldán. A lo largo de distintos escritos al juzgado que le investiga en la Audiencia Nacional ha venido expresando que era una misión para el CNI con el objetivo de recuperar el «archivo Jano», un supuesto arsenal de trapos sucios de personajes de la política y la judicatura, que estaría en manos de la amiga de Don Juan Carlos -nunca ha explicado cómo ni por qué- y con el que podría dañar al Estado.

Siempre según su versión, no consiguió aquellos documentos y acabó compadeciéndose de Larsen, pero en el CNI pensaron que sí los había obtenido y los había guardado para sí. Es así, de acuerdo a lo que ha venido relatando Villarejo, como habría empezado aquella guerra: una venganza por la traición que le habría llevado a prisión provisional y al horizonte penal que ahora afronta, de más de cien años de cárcel por delitos que se investigan en treinta piezas separadas.

Larsen por su parte, niega tener o haber tenido nada parecido al «archivo Jano», como niega igualmente haber sabido que aquel día en julio de 2015, cuando contó tanto las amenazas como los supuestos testaferros que tendría Don Juan Carlos en el extranjero, Villarejo la estaba grabando. En cualquier caso, en lo que respecta a Sanz Roldán, va de la mano del comisario.

Además de Larsen, la defensa de Villarejo llamará a dos testigos relevantes en relación con el delito de denuncia falsa. En primer lugar, a la actual secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro. La número dos de Margarita Robles ha sido convocada en relación al delito de denuncia falsa, en tanto que fue directora del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado y el Terrorismo.

Por su puesto al frente de esta institución, se ha citado asimismo al comisario ya retirado de la Policía José Luis Olivera, que antes de dirigir el CITCO estaba a cargo de la UDEF y cuya amistad con Villarejo se ha puesto de manifiesto a lo largo del sumario que le investiga en la Audiencia Nacional. De hecho, el juez acordó que se le practicase una investigación patrimonial en una de las piezas separadas.

La defensa del comisario tratará de acreditar con estos testimonios que la fotografía publicada por el diario «El País» en 2017 fue filtrada por la inteligencia del Estado, como él venía denunciando, según la Fiscalía, falsamente.

Sostiene que la imagen fue tomada a la vuelta de «un viaje a Melilla en el que participó José Manuel Villarejo como agente encubierto de la seguridad del Estado para infiltrarse en una red de fuentes relacionadas con el yihadismo », de acuerdo a la documentación del asunto a la que tuvo acceso este diario. Tanto la ahora secretaria de Estado como Olivera han sido llamados para atestiguar la existencia de aquella misión.

Villarejo había pedido más testigos, entre ellos varios periodistas y el exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez . No obstante, el juez rechazó las comparecencias por entender que eran improcedentes, pese a lo cual su defensa podría volver a solicitar estas testificales en el inicio del juicio este viernes, que arranca a las diez de la mañana.