El alcalde de Barcelona censura las inversiones de «dudosa utilidad» como el AVE a Galicia

El alcalde de Barcelona ha señalado que confía en que los presupuestos se modifiquen en el trámite parlamentario y ha indicado que buscará la unidad de los grupos municipales para que sus formaciones en el Congreso de los Diputados presenten enmiendas «para que las cosas cambien». Como alcalde, Trias ha anunciado que quiere reunirse con algunos ministros para conseguir las correcciones que considera necesarias, para explicarles «de manera clara que son injustos con una ciudad que ha cumplido » y decirles que se pierde una ocasión de que Barcelona «sea capaz de impulsar la economía de este país».

Manifiestamente enfadado, el alcalde ha usado palabras como «vergüenza», «frivolidad», «escándalo» o «injerencia increíble» para calificar decisiones que afectan a la capital catalana. Trias ha asegurado que le cuesta mucho entender que aspectos estratégicos que afectan al futuro de Barcelona no se encuentren reflejados en el proyecto de presupuestos, como la llegada de los trenes regionales al aeropuerto o la salida de mercancías del puerto mediante accesos ferroviarios y viarios definitivos. Tampoco entiende la reducción del 50 % de la aportación del Estado a la Autoridad del Transporte Metropolitano respecto a 2010, cuando fue de 200 millones de euros.

El alcalde ha criticado asimismo que se reduzca de 31 a 21 millones la aportación a gastos de capitalidad en materia cultural que se destina a 20 entidades barcelonesas, entre ellas el Liceu y el Museo Picasso , mientras que se aumenta la que se otorga al Prado, que se lleva 44,7 millones de euros.

«No tiene sentido utilizar las partidas de la manera que se utilizan», ha señalado Xavier Trias que, aunque ha asegurado entender que la reducción presupuestaria, ha dicho que el gobierno del PP ha tenido una «manera de ajustar los presupuestos curiosa y extraña». Además, Trias ha criticado que en el proyecto no se visualice la apuesta por el Corredor Mediterráneo y sí se reflejen «otras apuestas con dudosa utilidad económica», como el AVE a Galicia .

Respecto a la repercusión en el presupuesto municipal, el alcalde de Barcelona ha insistido en que hay que mantener una actitud prudente ante la noticia positiva de que el Estado pagará este año al ayuntamiento los 117 millones que debe de 2010, porque todo apunta que la liquidación del 2011 será neutra. Ha señalado igualmente que a cuenta del 2012 se recibirán 17 millones menos en concepto de anticipo de lo que el Estado le paga a la ciudad como participación por ingresos y tributos.

El alcalde ha explicado que la intención es utilizar buena parte de estos 117 millones para conseguir en 2012 el objetivo de déficit cero que el plan económico financiero de Barcelona situaba en 2013. El motivo argumentado por el alcalde es que ésta es una condición para acogerse a la moratoria de 10 años para el retorno al Estado del los casi 400 millones que en 2008 y 2009 recibió de más de las participaciones en ingresos y tributos. Así, en vez de devolver 80 millones cada año durante un lustro podría devolver 40 durante diez años.