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Los socios de Sánchez no muerden el anzuelo de las elecciones: «Los PGE están en sus manos»

El PDECat exige un marco de diálogo para permitir la tramitación de las cuentas

El portavoz del PDECat, Carles Campuzano, desde la tribuna de oradores del Congreso en una imagen de archivo Ignacio Gil
Ana I. Sánchez

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Los socios del Gobierno no han picado el anzuelo que la titular de Hacienda, María Jesús Montero, les ha tendido esta mañana anunciando la convocatoria de elecciones generales si no se aprueban los nuevo Presupuestos. El portavoz de Economía del PDECat, Ferrán Bel, ha devuelto la pelota a la ministra socialista a la que ha advertido que la aprobación de las cuentas está en manos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Si quiere que se tramiten, ya sabe las exigencias que tiene que cumplir: la clarificación de un marco de diálogo institucional entre la Generalitat y el Gobierno y la apertura de un nuevo canal de negociación «entre partidos a nivel del conjunto del Estado». Según Bel, no es necesario que llegue a celebrarse ninguna reunión de manera inmediata pero sí que se alcance un acuerdo sobre «cómo se deben configurar» estos espacios, se inicien los trabajos y se pongan «propuestas encima de la mesa». Básicamente, conseguir que la propuesta independentista pueda debatirse en esos espacios y ganar oficialidad. Por ello, concluyó que la tramitación exitosa de los nuevos Presupuestos «no está en manos del PDECat ni de ERC, sino del PSOE».

«El presidente Sánchez todavía tiene tiempo de restablecer los marcos de diálogo necesarios con Cataluña, que van más allá de los marcos institucionales entre gobiernos», animó a Sánchez. «Estamos en mejor situación que hace un par de semanas», reconoció, recordando las dos reuniones celebradas entre ambos gobiernos en los últimos meses. Algo que hasta ahora «no era habitual».

Pero acto seguido insitió en que «esto no se salva con una reunión de un día» y que las cesiones realizadas por Sánchez siguen sin ser suficientes y que sin esos nuevos espacios de diálogo «no habrá tramitación». En ese sentido, subrayó que no existen aún contactos con el Ejecutivo «para el tema estrictamente presupuestario» y subrayó que su grupo ya contaba con que si no se aprueban las nuevas cuentas, habrá elecciones. «Lo anormal sería que el Gobierno siguiera con unos Presupuestos prorrogados hechos por su oposición», aguó la advertencia de Montero.

La amenaza de la ministra socialista tampoco ha logrado mover la posición del PNV. El partido vasco ha declinado por ahora realizar declaraciones reiterándose en su posición de los últimos días. Esto es, que la transferencia de competencias al País Vasco concedida por los socialistas no forma parte de la negociación de Presupuestos, que, advierten, al menos con ellos no ha comenzado.

A puerta cerrada, el grupo parlamentario que dirige Aitor Esteban se muestra deseoso de aprobar unos nuevos Presupuestos que alejen la posibilidad de elecciones . Pero insiste en que las negociaciones deben abrirse con la agenda vasca como eje de las mismas. Fundamentalmente, el grupo vasco espera que el Gobierno socialista le conceda nuevas inversiones y la cobertura de necesidades actuales de la comunidad.

Solo Podemos se ha posicionado al lado de Montero . La portavoz adjunta del grupo, Ione Belarra, ha considerado «sensata» la «reflexión» de la ministra de Hacienda subrayando que los nuevos Presupuestos son «la herramienta fundamental para la gobernabilidad del país» y los que permiten ofrecer una «alternativa al PP». Belarra ha advertido que su grupo se ha dejado «la piel para que salgan y lo seguiremos haciendo para evitar que vengan los tres hijos de Aznar », incidió, en referencia a que unas elecciones permitirían a los partidos de derechas pactar para expulsar a los socialistas de La Moncloa.

El portavoz económico de Cs en el Congreso, Toni Roldán, tampoco ha mostrado sorpresa alguna por el ultimátum lanzado por Montero y ha apuntado que su formación lleva advirtiendo desde el primer día tras la moción de censura de que «la aritmética parlamentaria no funciona» . El diputado naranja ha tachado de «irresponsable» tratar de sacar adelante las cuentas estatales dependiendo de Puigdemont y de Torra y dejando el rumbo de la economía nacional en manos de Podemos, «con hasta siete subidas de impuestos».

Asimismo, ha alertado de que «nadie se cree los números de Sánchez» —ha recalcado que el gobernador del Banco de España prevé un desvío presupuestario de 8.500 millones de euros —y ha aseverado que gastar más dinero del que se dispone «no es progresista». «Elecciones, sí. Cuanto antes. Necesitamos un gobierno serio que no dependa de Torra y Puigdemont», ha remachado.

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