Reconciliación hasta el final
El ex jefe de la Casa del Rey consiguió reunir hasta en su muerte a personas con ideologías contrapuestas, de hoy y de ayer, a empresarios y a sindicalistas. Entre ellos, Aznar, Carrillo, Mayor Oreja, Cándido Méndez o Isidoro Álvarez. Un soplo del espíritu de la Transición
La puerta del tanatorio de La Paz, de Tres Cantos, parecía ayer una estampa del pasado. No sólo porque se veían muchas caras de la Transición, sino porque también los protagonistas de ahora, habitualmente enfrentados, parecían temporalmente imbuidos por el espíritu reconciliador de aquella época. ... Hasta en el momento de su muerte, Sabino Fernández Campo, el gran conciliador, consiguió reunir a su alrededor a políticos de la izquierda más radical, como Santiago Carrillo, con otros de derechas, como José María Aznar, que acudió con su mujer, Ana Botella; o Jaime Mayor Oreja. Fue precisamente este político vasco el primero que lo destacó: «En política, especialmente la española, hay muy pocas personas, casi nadie, capaces de gozar del afecto y del respeto de todos. Sabino Fernández Campo es uno de ellos y eso lo dice todo», sentenció.
Y las palabras de Mayor Oreja se fueron confirmando a lo largo de todo el día en el tanatorio de Tres Cantos. Uno de los primeros que llegó a la capilla ardiente fue el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, que llegó del brazo de su consuegra Natalia Figueroa, para dar el pésame a la familia del conde de Latores, que era «muy, muy amigo nuestro».
A lo largo del día se acercaron el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica; la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y el presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, así como la Duquesa de Alba. También acudió Adolfo Suárez Illana, quien aclaró que él no acepta «nunca la representación de mi padre cuando es para recibir honores, pero es obligado hacerlo cuando hay que rendir homenaje a personajes tan importantes como Sabino». Uno de los periodistas presentes le preguntó que cómo daría la noticia del fallecimiento del conde de Latores a su padre, y Adolfo explicó: «Mi padre ya no entiende las palabras, entiende los afectos y los cariños y estaré allí para llevarle la noticia en la manera en que yo pueda».
Otros políticos que se acercaron a la capilla ardiente fueron Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid; Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de la capital, y la ministra Carme Chacón, en representación del Gobierno. Asimismo, asistieron Mariano Rajoy, Rodrigo Rato, Francisco Álvarez Cascos, Manuel Fraga, que llegó acompañado por Ana Pastor; Manuel Jiménez de Parga, Nicolás Redondo, Gustavo Suárez Pertierra y Gregorio Peces-Barba.
También acudieron a despedir al ex jefe de la Casa del Rey el presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte; el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha; el presidente de honor de Vocento, Santiago de Ybarra; el empresario Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés, y el presidente del Patronato del Museo del Prado, Plácido Domingo, entre otros.
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