Quim Torra para la liquidación del Diplocat y reactiva su patronato
El «president» envía cartas a Europa indicando que hay un «conflicto» con el Estado
Dos meses menos un día después de que las oficinas del Consejo de la Diplomacia Pública de Cataluña (Diplocat) bajasen las persianas, el gobierno catalán acordó ayer parar los últimos trámites de la liquidación del ente y llamó a los miembros de su patronato para que se reúnan lo antes posible.
El Gobierno de España ordenó en diciembre de 2017, bajo el paraguas de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el cierre definitivo del Diplocat. En abril de este año, los 17 empleados fueron despedidos , las oficinas –situadas en el centro de Barcelona– desalojadas e incluso se perdió el dominio de internet. Ahora, desde la Generalitat controlada por los partidos secesionistas se dan los primeros pasos para restablecer la situación previa al 27 de octubre, fecha en la que se destituyó a todo el Consejo Ejecutivo autonómico que presidía Carles Puigdemont y el Gobierno tomó las riendas de la Generalitat.
Elsa Artadi, portavoz de la Generalitat y consejera de la Presidencia, informó tras la reunión semanal del gobierno catalán de que el Diplocat, mientras estuvo operativo, había hecho «una tarea excelente» y espera que su reapertura suponga «la máxima continuidad». Diplocat se fundó en 2012 –heredando otros nombres que habían funcionado desde 1982– y, sobre todo, se centró en establecer una diplomacia de segundo nivel para promocionar la independencia de Cataluña .
«Personalidad jurídica»
Desde la Generalitat se criticó ayer, además, que el Gobierno desmantelase el Diplocat sin incluir la medida en los acuerdos del Senado para poner en marcha el artículo 155. Una decisión que, en opinión de Artadi, fue «irregular» e «ilegal» ya que se llevó a cabo de manera «errónea». Y, por lo tanto, la Generalitat se personará en la causa judicial que está abierta en el Tribunal Supremo contra la disolución y que la iniciaron algunos de los miembros del patronato como el Ayuntamiento de Barcelona y la Associació Catalana de Municipis (ACM), al considerar que el cierre del Diplocat solo se puede llevar a cabo por una decisión del mismo patronato.
De esta manera, según indicó Artadi, la Generalitat aprovecha que el ente todavía no ha perdido su «personalidad jurídica» para reactivarlo e instar a su patronato a que se reúna para «tomar decisiones al respecto sobre la situación actual». «Hay que ver legalmente cómo revertimos la decisión arbitraria del Gobierno de España y procedimentalmente errónea», añadió la portavoz de la Generalitat.
En cualquier caso, la intención de la Generalitat bajo la presidencia de Quim Torra es que se «fortalezca» la acción exterior del gobierno catalán, y para ello también cuenta con volver a abrir las llamadas «embajadas catalanas» que, como el Diplocat, la acción del 155 cerró por completo (menos la que se mantiene en Bruselas para los temas competenciales ante la UE).
Por otro lado, Torra envió este martes una carta –fechada este lunes y escrita en inglés– a los distintos presidentes, primeros ministros y embajadores de países de Europa indicándoles que defiende «el debate, el diálogo y las urnas».
En la misiva, el presidente de la Generalitat denuncia que en Cataluña existe «una situación anómala , de conflicto abierto entre las instituciones catalanas y el Estado español» y considera que hay «políticos catalanes demócratas y honorables en prisión provisional, acusados de rebelión sin haber ninguna sentencia firme».
Torra finaliza la carta con unos versos del himno no oficial de la ONU, que compuso Pau Casals sobre un poema del literato británico W. H. Auden, destacando la estrofa: «Allí donde el destino es la libertad».
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