El PSOE purga a Rodríguez y Barreda tras criticar la figura del relator

Advertir al diputado de un cambio en sus funciones no es obligatorio, pero sí se considera un gesto mínimo de cortesía. La ausencia de toda comunicación a Barreda y Rodríguez ilustran el malestar que provocan en la dirección . Esta decisión se produce una semana después de que ambos criticaran públicamente la disposición del Gobierno de aceptar un relator dentro del diálogo con los independentistas en una mesa de partidos, ajena a Las Cortes. Barreda consideró que «tal vez ha llegado el momento de poner pie en pared y clarificar algunas cosas».

Rodríguez se manifestó en un tono similar. Para la dirección socialista las críticas públicas de ambos aumentan el malestar de los votantes descontentos con la política territorial de Sánchez, la presión interna y dan alas a la derecha. Ambos, sin embargo, dicen expresar y defender los principios de siempre del PSOE .

El expresidente manchego no ha querido entrar en polémicas sobre si se trata de una «vendetta» de la dirección sanchista, pero en la mayoría del Grupo Socialista así se entiende aunque el equipo de la portavoz parlamentaria, A driana Lastra, rechaza esta tesis y subraya que el cese de Barreda se habría producido «con relator o sin él». Según fuentes de la dirección socialista, tanto el expresidente manchego como la exportavoz socialista han dado suficientes motivos para no ser considerados persona de confianza y defienden que esos cargos deben ser ocupados por diputados que tengan esa consideración. Las mismas fuentes justifican también la ausencia de comunicación : «Siempre ha habido cambios y nunca hay que explicar nada».

Barreda y Rodríguez han sido los diputados que han mantenido en público un tono más crítico con Pedro Sánchez después de regresar como secretario general del PSOE. Soraya Rodríguez también pertenecía a la Diputación Permanente como vocal pero fue relevada hace ya varios meses, tras el regreso de Sánchez a la secretaria general. Formar parte de este órgano se considera un premio para los diputados ya que solo los que integran la dirección y los más cercanos a ella son elegidos por cada grupo como vocales.

Además, tiene repercusión económica ya que cuando se disuelven las Cortes, los vocales de la Diputación siguen percibiendo su sueldo del Congreso. El resto pierden la condición de diputados y regresan a su ocupación anterior, depender del partido o solicitar ayuda económica a la Cámara Baja. La sustituta de Barreda en la Diputación Permanente ha sido Carlota Merchán, la diputada que accedió a escaño después de que el hoy presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, renunciara a su acta en el año 2016.