El PSOE pide a ERC estabilidad y ofrece entendimiento institucional para encauzar «un conflicto político»

De ambos documentos no se extrae avance alguno. La consecuencia inmediata es la celebración de una próxima reunión, el próximo martes a las cinco de la tarde. Que finalmente será en Madrid, nuevamente en el Congreso de los Diputados, y no en Barcelona. El comunicado del PSOE es mucho más conciliador. Habla de que en la reunión «se ha podido constatar la existencia de diferencias pero también puntos de encuentro». Y destacaban que existe «una voluntad compartida de diálogo que permita desencallar la formación de un Gobierno y asegurar la estabilidad política necesaria». Existiendo cierto consenso en la agenda social y en la idea de encauzar «el conflicto político en Cataluña desde el diálogo y el entendimiento institucional».

El PSOE sigue rechazando la negociación «de igual a igual» entre Gobiernos que demanda ERC, pero en su nota no habla de su propuesta de mesa de partidos y asume que la eventual resolución de la situación requiere de ese entendimiento institucional. Aunque los socialistas insisten en derivar ese diálogo institucional a la comisión bilateral Estado-Generalitat recogida en el Estatut, en esta ocasión no se especifica. Según fuentes cercanas a la negociación el objetivo era «constatar» cuál era el ánimo real de ERC . «Si están más con la cabeza en Barcelona (por el posible adelanto electoral catalán) o en Madrid». Aunque en el PSOE está muy vivo el recuerdo de la caída de los Presupuestos de 2019 se quiere medir si los independentistas estarían dispuestos a apoyar las cuentas de 2020, que es una de las primeras tareas del nuevo Gobierno. Por eso la referencia explícita a la estabilidad. En lo retórico el PSOE plasmó en el documento el reconocimiento de la existencia de un «conflicto político», completando el giro que ya inició Pedro Sánchez hace unos dias. Después de meses aludiendo a que el problema era una crisis de convivencia entre catalanes.

ERC en su nota se satisface de que el PSOE reconozca la «naturaliza política» del conflicto . Pero insiste en que su posición sigue siendo votar «no» porque siguen reclamando los cuatro pilares de la mesa de negociación: que sea entre gobiernos, sin apriorismos ni temas vetados, con calendario y con garantía de cumplimiento.